«Nos pasamos la vida esperando el momento adecuado, la vida misma es una sala de espera», lamenta Luis Alberto Segura, líder de la conocida banda L.A., que acaba de lanzar The Right Time, el primer adelanto del que será su próximo disco, A Modern Odyssey, que verá la luz el próximo mes de febrero. El tema, que ya se puede escuchar en plataformas digitales, es un carpe diem bailable que invita a tomar la iniciativa, a atreverse a dar el paso, a emprender un cambio. Eso es, precisamente, lo que Luis Alberto Segura está practicando.
«The Right Time es el puente entre los veinte años de mi carrera con L.A., haciendo música siempre con el concepto de rock sobre la mesa, con acústica, cuerdas o teclados, y la transición hacia un sonido más actual, más fresco. Quería y necesitaba cambiar de aires», admite el artista. Así las cosas, el single conecta ambas sonoridades. Con todo, el músico apunta que «es la canción más parecida a nuestro estilo habitual, para que el cambio no sea tan brusco y doloroso para el público» y avisa que «habrá un cambio severo en la sonoridad de mi propuesta, que conlleva un cambio sonoro y visual, del directo». En este sentido, avanza que las guitarras tan presentes en toda su discografía desaparecerán y, por lo tanto, «el miedo está servido».
Y es que, según confiesa, desde que el tema ha visto la luz ha estado pendiente de los comentarios de sus seguidores. «De momento, la acogida está siendo increíble. He estado esperando como si fuera un veredicto o un diagnóstico médico, pero la gente parece que ha aceptado sorprendentemente bien el cambio. Incluso algunos han citado en positivo las influencias de Dua Lipa o Billie Eilish, cuando en el pasado me habrían tirado los trastos a la cabeza», cuenta. «Ha sido un ejercicio maravilloso el despojarse de la armadura de protección de la guitarra y de querer estar siempre unido, con miedo, a una sororidad para no querer echarlo todo a perder. Ahora viene un proceso complejo, estaré enseñando las canciones [en noviembre lanzará un nuevo tema] y el público verá cómo se va endureciendo más y más. Y, sobre todo, cuando lo suba a un escenario puede que se produzca un shock anafiláctico», añade.
Para emprender este cambio, el artista afirma que se ha tenido que pasar un año y medio encerrado en el estudio, junto al productor Antoni Noguera, para conseguir crear el proyecto que deseaba. «Sin ninguna duda, ha sido el disco más difícil de toda mi carrera con diferencia y también el más arriesgado. Necesitaba hacer canciones en las que me viera reflejado al cien por cien, para defenderlas noche tras noche frente al público», añade.
Industria
A Modern Odyssey, como el propio título indica, busca plasmar «la odisea moderna en la que me veo envuelto». «Hace cinco años paré la maquinaria; antes saqué un álbum en castellano en un momento complicado de mi vida y no lo pude defender; luego vino la postpandemia con Evergreen Oak, grabado en la montaña, y dejé de hacer bolos. Hace poco realizamos la gira de la reedición de Heavenly Hell por su 15 aniversario, pero ha sido en acústico, algo tranquilo», recuerda.
«Desde King Of Beasts (2017) he estado todo este tiempo parado, pero la realidad es de un ritmo vertiginoso. En la industria de hoy cada día hay unas 800 propuestas nuevas cada día; compites con un chico que, desde su habitación, puede grabar una canción en cuestión de diez minutos. Antes, el proceso duraba meses: trabajabas en un estudio, mezclabas, masterizabas las canciones, diseñabas la portada... Ahora está comprobado que una chica, desde su habitación, graba con una base creada con IA una melodía chula, sube el vídeo a TikTok y por la noche ya acumula diez mil reproducciones. Al cabo de una semana, ya tiene en la mesa alguna propuesta para hacer un nuevo disco. Así funcionan las cosas hoy», razona.