El director mallorquín Rafa Cortés estrenará mundialmente su nueva película, Amanece en Samanà, en el Evolution Mallorca International Film Festival. Se trata de una comedia dramática que cuenta con Luis Zahera, Luis Tosar, María Luisa Mayol y Bárbara Santa-Cruz como protagonistas, quienes acudirán a este pase que formará parte de la sección Spotlight Screenings, fuera de concurso. El evento será en la Sala Augusta de Palma, el sábado 2 de noviembre, a partir de las 19.00 horas, y contará con un coloquio posterior con el cineasta isleño y los propios actores.
La cinta está prevista para llegar a las salas de cine el próximo 8 de noviembre, por lo que este estreno se adelanta al estreno en cines y se podrá ver de manera anticipada en Mallorca, lugar de nacimiento de Cortés. El cineasta estará acompañado de los actores principales del filme, que ha sido producido por por Ron vino y miel AIE, en coproducción con las empresas españolas A name like this, Materia Cinema, Quexito Films, Federation Spain. Esta coproducción hispano-dominicana será distribuida en cines por Universal Pictures International Spain y cuenta con la participación de Movistar Plus.
Sobre el filme se sabe que es una comedia dramática que nos muestra cómo nuestro destino y la gente que forma parte de él interactúan y nos afectan e influyen de forma inesperada. La película ha sido rodada en Samaná, en la República Dominicana, en estricta cronología para propiciar un proceso de trabajo basado en la improvisación de los actores, manteniendo vivo y cambiante el contenido de la trama a lo largo del rodaje. El resultado son unas interpretaciones llenas de verdad y de complicidad, con unos actores y actrices moviéndose con sorprendente soltura fuera de sus habituales zonas de confort.
Su sinopsis es la de dos parejas de amigos, Ale (Luisa Mayol) y Santi (Luis Tosar), Natalia (Bárbara Santa-Cruz) y Mario (Luis Zahera), celebran con unas vacaciones en Samaná que hace veinte años que están juntos. Se ponen al día, salen de fiesta, reconectan... Ale, con las alas que le dan el ron y la felicidad de estar con sus amigos, decide que ha llegado el momento de confesar que, la noche que se conocieron los cuatro, ella hizo trampas para acabar con Santi, que inicialmente ligó con Natalia, mientras era Mario el que intentaba ligar con ella. Ale da por hecho que, después de veinte años de relación, tomarán su confesión como la pequeña travesura que supuso el primer paso hacia la felicidad de todos. Pero las cosas no salen así, y la noche termina con una gran decepción. Al día siguiente, Ale amanece con una fuerte resaca, algo confundida, sin la menor pista de hasta qué punto va a tener que enfrentarse a las consecuencias de su acción.