Historias de amor y desamor, del paso del tiempo y la pérdida de la inocencia se envuelven entre vibrantes acordes de guitarra en los temas de Gigolo Aunts. La sala Es Gremi acoge esta noche, a partir de las 20.30 horas, una de las paradas de la gira de despedida del cuarteto neoyorquino. Cuatro décadas en activo y un puñado de canciones memorables les convierten en uno de los puntos cardinales en la genealogía del rock independiente. Guitarreros y melancólicos, poéticos y fiesteros, autores de canciones que a veces suenan mágicas y otras amargas, pero que siempre dejan huella. Canciones más atemporales que la Coca-Cola que les han encumbrado a una posición de culto, una etiqueta que conlleva el elogio de la prensa aun cuando tus cifras de ventas son discretas.
Recuerdo cómo en aquellos días que hicieron de bisagra entre los 80 y los 90, Seattle propagaba al resto del mundo sus guitarras distorsionadas en boca de bandas como Alice in Chains, Pearl Jam, Soundgarden y Nirvana. Gigolo Aunts, en cambio, vivían alejados de aquella explosión de melancolía sepultada tras largas melenas y camisas a cuadros. Lo suyo eran las melodías centelleantes y las armonías vocales del pop de los 60, con The Monkees y The Hollies en el retrovisor. Facturaban un power pop que, de alguna forma, dio paso al rock alternativo americano de los noventa. Que es la década donde decidieron quedarse, allí donde se sienten más cómodos, un páramo cultural propicio para su sonido acelerado y emocional.
Décadas después, su repertorio se niega a reconocer avances significativos. Los últimos tiempos han sido difíciles, por lo que se puede entender que se aferren a lo que mejor saben hacer. De hecho, sus canciones más recientes demuestran que aunque nada ha cambiado tras sus años salvajes, sus aptitudes para plasmar la euforia agridulce permanece intacta. Capítulo aparte merece su estrecha relación con nuestro país, donde siempre han sido un referente y cuentan con una legión de seguidores. No olvidemos que su disco Tales from the vinegar side únicamente se publicó en España, así como una exquisita versión de La chica de ayer de Nacha Pop, titulada The girl from yesterday, y desflorada en rigurosa primicia en el escenario principal del FIB 1999.
Para esta gira contarán con la formación original: Dave Gibbs, Steve Hurley, Phil Hurley y Paul Brouwer, los miembros que grabaron su primer álbum Everybody Happy, en 1988.