Oscuridad, post-rock y teclados es el sustancioso cóctel que Viva Suecia sirve envuelto en tupidas atmósferas de guitarra. Y es que el eclecticismo ondea en el repertorio de esta banda que siempre se ha movido en una ensoñadora línea melódica, próxima a Jesus & Mary Chain, The Horrors y Spiritualized. Los murcianos pasarán revista a su repertorio en Es Jardí, la cita será este jueves en Magaluf, a las 22.00 horas.
Vivimos en la era de la información a un click y parece que todo esté inventado, cada vez es más difícil que una canción pueda conmovernos. Hoy los himnos, como una canción de verano, son efímeros. Bueno, no todos. Los de Viva Suecia carecen de fecha de caducidad. Ahí están Bien por ti, A dónde ir, Hemos ganado tiempo, Palos y piedras... la lista es larga. Son canciones que hablan sobre la vida, sobre rupturas y desamor desde una perspectiva ambigua, porque, como han dejado claro en más de una ocasión, no les gustan las letras blancas. Prefieren que cada canción lleve al oyente a un lugar distinto.
Hace años que vivimos con naturalidad el éxito de grupos como Izal, Sidonie o Love of Lesbian, nombres que han trascendido la frontera alternativa y cautivado a las masas. Una circunstancia que se repite, en cierta medida, con Viva Suecia, una banda a la que no sabemos cómo etiquetar. Si se dan un garbeo por la Wikipedia, observarán que la biblia digital describe el sonido de los murcianos como shoegaze y rock alternativo. En apariencia ‘muy indie’, sin embargo en el purista ecuador de los 90 nadie hubiera osado rotularles con semejante etiqueta. En aquellos tiempos el indie era más reduccionista, se sostenía en la autogestión y libertad conceptual. Pero hoy ya nadie lo considera una música de guetos.
En fin, hagan lo que hagan los muchachos, sea pop, rock, calipso, psicodelia o merengue, dejémoslo en que hacen música. Porque no es demagogia lo que trae este grupo, sino eclécticas canciones de buena factura y un directo tan sólido como una roca. Quien acuda a Magaluf disfrutará de sus estribillos tarareables, sus épicos crescendos e hipnóticos pasajes de guitarra, con los que han cimentado una carrera que les permite competir de tú a tú en la primera división del indie amable. Y es que el otro indie, el de Lagartija Nick, Chucho, Automatics, Sr. Chinarro y Los Planetas es, discúlpenme, otra cosa.