Como Twin Peaks, Olot es un lugar remoto en el que nunca ocurre nada, hasta que sucede: la bautizada como ‘masacre de Olot' que llevó a cabo Pere Puig el 15 de diciembre de 2010, el mediático caso del celador Joan Vila que mató a once ancianos en la residencia en la que trabajaba entre 2009 y 2010 o el secuestro sonado de la farmacéutica Maria Àngels Feliu en los 90 son algunos de los episodios tan surrealistas como reales que el ilustrador argentino Jorge Alderete, más conocido como Dr. Alderete, entremezcla junto a alienígenas y avistamientos de ovnis en Olot, que publica el sello mallorquín Autsaider Cómics. Tras una gira por Madrid, Zaragoza, Barcelona, Olot y Alicante, lo presenta este miércoles por la tarde (19.00 horas) en la librería Rata Corner de Palma junto al editor Ata Lassalle y el dibujante Pato Conde.
Fue su pasión por la Polinesia y especialmente la Isla de Pascua lo que llevó a este artista afincado en Ciudad de México hasta La Garrotxa, pero también fue gracias a la música –Alderete forma parte de la banda Sonido Gallo Negro– que pudo finalmente ver el Moai de Olot, una pieza que regaló la ciudad de Hanga Roa a la localidad catalana en 1984 y que, de hecho, da nombre a la plaza donde se encuentra actualmente.
Así las cosas, Dr. Alderete fue a Olot a la búsqueda del Moai y se encontró, como él mismo cuenta en el prólogo, con un «lugar enigmático, lleno de absurdidades, de deliciosa cocina volcánica» e historias reales que desafiaban cualquier ficción. Ingredientes más que suculentos para construir esta novela gráfica inquietante, tan seria como gamberra. «Como la vida misma», reconocen autor y editor. «Es ese código en el que tratas todo en el mismo nivel, donde conviven simultáneamente circunstancias dramáticas y una vida aparentemente anodina; mientras uno asegura que ha avistado un ovni y ha sido abducido y a otro le cortan el pescuezo», coinciden.
Con ese fin, Dr. Alderete hace uso del color y del blanco y negro. «La historia en blanco y negro es la que llevaba tiempo queriendo contar y que, a su vez, se ve interrumpida por las distintas historias que tienen que ver con lo documental de los hechos, que se vincula con la vida rutinaria del personaje y que son a color», detalla.
«Mi tesis era que en este lugar con tanta historia surrealista cualquier ficción puede pasar por cierta. La línea que separa ficción y realidad es muy delgada y, de hecho, esta a veces supera la ficción» algo que, en todo caso, Dr. Alderete no deja nunca claro del todo. «Solamente con los volcanes y los crímenes ya daba para un relato similar al de Twin Peaks, lo demás ya eran ingredientes extra», concluye.