Cada visita del tenor Josep Bros a Mallorca es especial pues al catalán le une una estrecha relación a la Isla. Además de muchos amigos, Bros debutó como profesional en Mallorca, en el Teatre Principal para ser exactos. De eso han pasado ya 35 años, pero no se olvida de «las profundas raíces que eché en Mallorca a nivel personal y profesional, por lo que cantar allí es siempre un privilegio», reconoce. Por ello, su cita de mañana a partir de las 21.00 horas, en las Cuevas del Drach con motivo del concierto Un país de fábula.
Para Bros se trata de «un concierto muy entrañable y especial». El toque festivo estará presente toda la velada por el repertorio de zarzuela escogido para la ocasión y que cantará en compañía dela soprano Marga Cloquell, el pianista Jesús López Blanco y el actor Toni Gomila, que hará de maestro de ceremonias.
«Para mí, siempre que me dicen de hacer zarzuela es fiesta mayor», confiesa Bros que añade que es «un género que he cultivado muchísimo». Se unirán canciones como Doña Francisquita, El gato montés, Luisa Fernanda, María de la O, La tabernera del puerto y La Tempranica, entre otras. «Es una selección de números muy especiales, conocidos y reconocidos por el público», indica Bros.
No será solo festivo el acto, sino que también un toque de homenaje para Cristòfol Pastor ‘Pífol', fallecido recientemente y que junto a Guillem d'Efak interpretaron algunas zarzuelas en el Teatre Principal de Manacor. Bros indica que no le conoció «personalmente, pero sé que sentía una adoración por todo el repertorio, por lo que será algo bonito y entrañable para todos», concede.
A estos dos motivos también se añade la solidaridad de la naturaleza del acto, ya que la recaudación se destinará a Estel de Llevant entidad que desde hace más de 25 años trabaja con personas con problemas de salud mental y que constituye «un punto más a su favor», aunque «lo más importante es que todos tengamos ese punto de unión que es la música, la zarzuela en este caso, el género lírico nuestro por excelencia y el punto de unión entre el repertorio y el público que será maravilloso».
Todo ello, como recuerda Bros, hace de este concierto «uno de los más esperados» ante el cual confía en tener «un lleno absoluto, no solo por la causa solidaria y por Tífol, sino por el reencuentro que se sigue de la música y de la zarzuela», ante la que el tenor exclama entusiasmado: «¡Que viva la zarzuela!».
Por si todo lo mencionado no fuera suficiente, no hay que olvidar que el evento tiene un «marco inmejorable» en el que tendrá lugar, las Cuevas del Drach, un espacio que Bros ha visitado, pero en el que nunca ha cantado: «Recuerdo ese lago impresionante, la acústica que tiene, sé que hacer música allí puede llegar a ser algo muy especial», por lo que todo apunta a que será, en efecto, una velada memorable la de mañana en las Cuevas del Drach.