La vida es cíclica y todo tiende a regresar.Lo que ocurre es que no vuelve de la misma manera. De hecho, se podría decir que no es técnicamente lo mismo. Las personas han cambiado, el mundo es diferente. Y, sin embargo, algo esencial permanece que hace reconocible aquello que retorna, como una partitura tocada mil veces que, a pesar de poseer las mismas notas, es distinta en cada interpretación. Dos pilares de la música, Johannes Brahms y Serguéi Rajmáninov, son de esos autores cuyas obras se han tocado no en mil ocasiones, sino millones, y nunca son suficientes. Por esta razón, son los perfectos anfitriones musicales para el inicio de Estius Simfònics, el ciclo veraniego que la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB) inaugura hoy, a las 21.30 horas, en el Castell de Bellver porque, como todo, lo bueno siempre vuelve.
El maestro Pablo Mielgo, director de la Simfònica, será el encargado de ponerse detrás de la batuta para conducir a la orquesta por las complejas composiciones de los Conciertos núm. 2 para piano de los autores. Para Mielgo, es indudable que nos encontramos ante «dos catedrales». Y ante semejantes genios, se requiere de «pianistas brutales, jóvenes, pero con virtuosismo», como son David Krikuli y Martín García. El primero será el encargado de caracolear a Brahms en el teclado mientras que el segundo hará lo propio con Rajmáninov.
Formas «contrapuestas» de entender el instrumento, señala Mielgo en relación a los compositores, en la que encontramos un Brahms tardío y un Rajmáninov pletórico, pero en cualquier caso «un homenaje al piano en una noche mágica», avanza el maestro que también destaca la genialidad de ambos. «Ha habido muchos artistas con conflictos mentales en la historia, pero se trata de ver que los genios lo son porque son especiales y para crear música a este nivel no se puede decir que sean normales», saliéndose, con toda seguridad, de la norma.
Benéfico
Este será el primer concierto del ciclo que tendrá su siguiente parada el día 6 de julio, en el mismo lugar y a la misma hora, y justo dos días después, el 8 de julio, a las 21.30 horas, habrá una cita especial de la Simfònica a beneficio de Amics de la Infància. Se trata, claro, del décimo Concert de la Lluna a les Vinyes, que será en Bodegues Macià Batle, en Santa Maria del Camí, y que Mielgo acoge como «una fiesta que nos encanta» y que al ser una noche de zarzuela, que contará con el tenor Joan Lainez y la soprano Marta Bauzà. Su componente benéfico se abrea todo aquel que quiera participar con la Fila 0: ES40 2100 2841 2513 0035 1587.
Será, si todo va como debiera, el último verano de la Simfònica sin su esperada sede, la Caja de Música, que está ya en una «recta final de mucho trabajo pero que transformará la realidad cultural de la Isla».