Míriam Tirado (Manresa, 1976), autora de éxitos como Sensibles, El fil invisible o Tinc un volcà, se atreve ahora con un libro dedicado a adolescentes con Em dic Goa. Lo presentará mañana, a las 11.30 horas, en la Fira del Llibre de Palma –que se celebra hasta este domingo en el Passeig del Born– junto a Gemma Marchena, redactora de este periódico.
Se la considera una influencer de los padres, para muchos es un modelo a seguir. ¿Cómo afronta tanto éxito?
— No me gusta mucho que me vean como modelo, estamos todos en el mismo barco. A veces la gente idealiza lo que ve en redes, se imagina una película que no se corresponde con la realidad. Al final, a través de mis libros, intento dar un mensaje de que hay que cambiar la manera en la que hemos hecho las cosas con los hijos a lo largo de los siglos. Es un mensaje muy extendido que supone un cambio de paradigma, pero no es algo que me haya inventado yo.
Es consultora de «crianza sostenible». El lema es «humor, amor y sentido común».
— Es que sin esto no hubiera podido disfrutar de la maternidad. Mi marido y yo somos muy de la broma y creo que eso nos ha dado fuerza en los momentos difíciles. El humor ayuda a relativizar las cosas, porque sino todo parece muy serio y trascendental y puede resultar agotador. Por otra parte, sin amor incondicional no funciona y, el sentido común también es importante. Si a ti no te gusta que te griten, no grites a tus hijos. Como se suele decir, el sentido común es el menos común de los sentidos.
Ha triunfado con cuentos infantiles y ahora se atreve con una etapa que seguramente es la que peor fama tiene: la adolescencia. ¿Por qué este paso?
— Hay dos etapas muy criticadas y despreciadas: la de los dos años y la adolescencia. Me atrevido a escribir este libro porque tengo una hija adolescente y otra preadolescente, así que lo estoy viviendo en mis propias carnes. Lo he escrito para ellos, para que vean que lo que les sucede también ocurre a otros y es absolutamente normal. Intento que puedan entenderse más a sí mismos para poderse comunicar mejor.
¿Por qué nos cuesta tanto entender a los adolescentes?
— Uno de los problemas que tenemos es que, a nivel emocional, estamos bastante retrasados, no sabemos comunicar a los demás lo que nos pasa. Y eso genera muchos conflictos. El padre dice ‘estás rarísima' y la hija no sabe explicar lo que siente y contesta mal. Y así se crea en casa una dinámica de no entendimiento. También lo he escrito porque recuerdo mucho esta etapa y, de hecho, me he basado en diarios que hice en esa época. Además, es una edad en la que hay muchísimos libros, pero todos son de fantasía, de vampiros, pero hay poca cosa realista. A mí la fantasía nunca me ha gustado demasiado.
La separación de los padres de Goa se gestiona de forma admirable, pero, ¿suele darse así en la realidad?
— Probablemente en la mayoría de casos no sea así, pero recuerdo que sí fue el de mis padres. Y eso que eran los primeros que se separaban del pueblo. Era una época en la que todos los que se divorciaban acababan fatal. Así que mi experiencia demuestra que sí es posible y, para hacer de este un mundo diferente, tenemos que tener referentes y los niños tienen que saberlo. En mis libros intento dar los referentes del mundo que deseamos. Si vamos recreando lo que no queremos, nos quedaremos enganchados en esa misma manera de hacer. Ya hay muchas películas y series de padres que gritan o en las que suceden cosas traumáticas. Yo quería dar otra imagen, de que se puede hacer de otra manera. Si la crianza tiene que ser consciente, la separación también.
Goa se va a Mallorca de vacaciones, ¿también fue usted de adolescente?
— Que va. De hecho, descubrí Mallorca con 40 años. Después es verdad que vine de vacaciones tres veranos seguidos. Pensé que en Catalunya muchos suelen ir a Menorca, pero Mallorca me daba más opciones. Además, uno de los amigos de Goa es alemán y como aquí hay tantos...
Este es el primer volumen de la serie dedicada a Goa, ¿qué puede avanzar sobre esta colección?
— El segundo volumen saldrá el 14 de septiembre. En un principio tenía que lanzarse más tarde, pero ha funcionado tan bien que lo hemos adelantado. Además, este primer libro termina con las vacaciones en Mallorca, así que en el próximo se sabrá qué ha pasado y será cuando Goa empiece el instituto.