O-Erra lanza su cuarto disco, Focs Artificials (Produccions Blau), en el que se reinventan, contestan a los haters, viajan musicalmente a los 80 y, por si todo esto fuera poco, proponen un nuevo formato de directo que se presentará en el Teatre de Lloseta los días 31 de marzo y 1 de abril. Pasen y escuchen.
Tres de los miembros de la banda, comandados por Pau Franch junto a Albert Carrió y Feliu Palma Pont, presentaron los nuevos detalles del sello en Espai Xocolat en la mañana de este lunes, donde destacaron que «han roto con lo que hemos hecho hasta ahora» en este nuevo trabajo que se compone de nueve temas desde Ara o mai, que abre el álbum, hasta La Canción del Verano, que fue lanzado el pasado estío y logró gran repercusión.
Con un punto ecléctico, se trata de una nueva forma de trabajar o, mejor dicho, de un nuevo ambiente de trabajo diferente para la banda, ya que ha sido mucho más «de estudio», donde se ha creado la «composición del disco entre todos y sin tener ningún miedo a experimentar otras sonoridades». Algo que ha sido «intencionado y ha venido así al mismo tiempo», destacó Franch.
Producido por Jaume Gelabert en Tramuntana Estudis, quien les «abrió las puertas» y les dijo «tenéis todo el tiempo del mundo», solo les pidió a cambio una cosa: «Tenéis que hacer el mejor disco hasta la fecha de la historia de O-Erra», una presión que la banda llevó con calma y, aseguran, han cumplido: «Es el mejor disco hasta ahora, pero también lo será el siguiente», avanzan.
Sobre algunos de los temas que ya se han anzado, como el mencionado Ara o mai, uno de los más llamativos es Hater, que es toda una declaración de intenciones: «Le hemos dado una vuelta a todas las críticas destructivas que nos habían tirado hasta hoy» y de todas ellas han extraído «un temazo», comentan entre risas. Se trata, pues, de una forma de adaptarse no solo al ambiente troll que uno puede encontrarse en redes sociales como Twitter, donde han aprendido a «trollear al troll», sino también de demostrar a los haters que pueden «hacer más cosas» y gracias a lo cual «hemos conseguido que haya gente que renegaba de nosotros que ahora nos siguen y les gustamos más», reconocen satisfechos.
Con todas estas sensaciones, Focs Artificials llega como un «riesgo» lleno de color uniendo sintetizadores ochenteros con ritmos electrónicos y una producción actual que busca «desde otra mentalidad» no solo invitar a los oyentes de siempre, sino a los que quizá no son tan 'o-erreros' a dar la bienvenida una vez más a una de las pocas bandas mallorquinas que cantan en catalán capaces de llenar teatros y auditorios en la Isla.