El Convent de Sant Jeroni, conocido popularmente como Santa Elísabet, es el hogar de varios secretos bien guardados. No obstante, hasta esta premisa se ha visto superada por el hallazgo que ha sido presentado este lunes: dos tapices inéditos del artista catalán Antoni Gaudí, que completa un tercero en manos de una colección privada, han sido catalogados y a partir del viernes podrán verse hasta el mes de febrero en Can Balaguer en una muestra llamada Gaudí i les 40 hores.
Así lo han anunciado este mismo lunes, desde el propio casal de Palma, Pere Terrassa, conservador de Sant Jeroni, comisario de la exposición y, por si todo esto fuera poco, responsable del hallazgo. Junto a él, Antoni Noguera, regidor de Cultura de Cort; Pilar Rosselló, asesora jurídica de la orden de las monjas jerónimas; y Sor Natividad Sanz, priora de Santa Elísabet y presidenta de la Federación de los Monasterio que hizo una intervención telemática.
El descubrimiento, catalogado de «gran acontecimiento», incluye dos tapices, que son de pequeño formato, que habrían sido creados por Gaudí a petición de las propias monjas jerónimas que querrían renovar parte de los tejidos de su monasterio con motivo del rito de las 40 horas, lo que inspiró a Gaudí.
Según ha detallado Terrassa, todo comenzó con su inventario de las piezas del convento. «Soy una persona obsesiva», confesó en la rueda de prensa en la que ha explicado que básicamente no podía parar de abrir cajones y cajas por los tesoros que podían albergar y que, en un momento dado, dio con un enorme cajón de ocho metros que contenía un gran número de piezas. Entre ellas, dos tapices que «eran raros, diferentes» y en los cuales vio «algo» distintivo, pero que en un primer lugar no supo determinar.
Tiempo después, leyendo las memorias de Juan Matamalas en las que se narra el paso de Gaudí por Mallorca a principios del siglo XX, pudo corroborar que el catalán asistía de manera asidua a las misas de Sant Jeroni, además de las de la Seu, y que fue así cómo se dio una colaboración con las monjas del lugar, ya que querían cambiar los damascos. Así, Gaudí creó estos tapices que son descritos en el libro y que, al leer dichas descripciones, llamaron la atención de Terrassa quien, raudo, lo relacionó con aquellas piezas encontradas en Sant Jeroni. Fue tal la sorpresa que, según ha contado, «me fui corriendo a las 12 de la noche al Convent d'Inca donde los teníamos guardados».
Así inició el proceso de investigación que acabaría corroborando que ambas piezas son, precisamente, las que Gaudí creó y que tienen simbología eucarística relacionada con las 40 horas. En las telas se pueden leer inscripciones que referencia la figura de Jesús, además de la oblea consagrada en el centro de la imagen.
Según ha avanzado Terrassa, además de estas dos piezas también se ha localizado una tercera, más grande (el doble de estas) que pertenece a la colección privada de Mossén Guillem Puigserver Munar. La exposición de Can Balaguer con los tapices incluirá, además, 15 piezas obras de orfebrería, bordados del siglo XV que contextualiza el conjunto. Para Noguera, el descubrimiento es «un regalo para la ciudad», además de «un ejercicio de generosidad» por parte de las monjas jerónimas por ceder este patrimonio artístico importante para que la ciudadanía pueda disfrutar de él a partir de este viernes, a las 19.00 horas, en Can Balaguer.