Por alguna razón a Fran Galán siempre le toca dibujar diablos y demonios. Uno de sus más recientes trabajos, Lucky Devil, no es una excepción. «Parece que cuando haces algo en Estados Unidos se te encasilla fácilmente y yo ahora soy ‘el de los demonios'», explica el propio Galán. No obstante, este sevillano es de todo menos demoníaco.Cuenta con una trayectoria que ya le ha llevado a trabajar para tanto el mercado patrio como el americano con títulos sobresalientes como Goya, lo sublime terrible, que logró mucho reconocimiento, así como trabajos para The Amazing Spider-Man o Knights Temporal, junto al guionista Cullen Bunn. Es con Bunn, precisamente, que repite para Lucky Devil, obra que presenta esta tarde en la librería Univers del Còmic a las 19.30 horas, donde firmará ejemplares de este nuevo trabajo.
Y hablamos de demonios porque de eso va, precisamente, Lucky Devil, de un hombre fracasado en la vida que es poseído por un demonio y cuando logra deshacerse de él, mantiene sus poderes, los cuales utiliza para vengarse de aquellos que le han hecho algo malo. «Es una historia muy cabrona, con mucho humor negro, pero muy, muy divertida, en la que se une terror, comedia, etcétera. Me lo pasé genial», reconoce de manera entusiasta Galán.
Estilo
Sin embargo, como él mismo proclama, «a mí me gustaría hacer algo más costumbrista, de carácter social, como Paco Roca. No me gustan mucho los superhéroes y todo eso», reconoce. A pesar de ello, el trabajo es el trabajo, y Galán ya ha firmado junto a Marvel, para quien asegura que el principal problema es «la doble moral que tienen», en el sentido de que «si sale sangre no pasa nada, pero como haya algo de ‘cacha' las manos ya van a la cabeza». Además, «tienen muchos filtros por si metes algún mensaje oculto o algo por el estilo» y también duda de que sea ningún sinónimo de «calidad» trabajar para el estudio, ya que «mucha gente ha dibujado a Spider-Man que no tenían nivel para ello y en este sentido es un poco falso pensar que Marvel es lo máximo». En cualquier caso, sí agradece «la libertad» a la hora de trabajar su estilo, algo que ha podido mantener «tanto en editoriales independientes como en las grandes». Para Galán, de hecho, es «un error intentar parecerte al estilo americano, de modo que nunca he cambiado mi estilo y parece que ha ido bien», bromea.
Sobre la búsqueda de ese formato personal, de hecho, Galán confiesa que el cómic que más le ha costado hasta la fecha es, al mismo tiempo, el «mejor que he hecho»: Goya, lo sublime terrible. Se trata de un thriller sobrenatural de terror que, además, es «lo primero que hice». Se remonta el sevillano, pues, a sus inicios en el cómic, que además fueron «de casualidad»: «Estaba en un restaurante de Sevilla donde por coincidencia se hacía una convención de cómics y conocí a Gabriel Andrés. Fue él quien me alentó a seguir dibujando, así que seguí su consejo y contacté con autores españoles como El Torres, que fue quien me envió su primera obra, la de Goya».
Frente a ella, Galán se debatió entre «no imitar el estilo de Goya, que hubiera espontaneidad y quedara todo muy suelto, porque hubiera sido absurdo copiar a Goya, así que me lo llevé a mi terreno, que es más cartoon». El resultado es una obra que recibió el apoyo unánime casi de crítica y público, con varios reconocimientos y nominaciones. Por lo que «parece que ha gustado». Y aunque la de Goya fuera su primera obra profesional, en realidad Galán no recuerda «un momento de mi vida en el que no esté dibujando» y ahora, años después, sigue tan apasionado de su género como siempre, encontrando «inspiración y referencias en casi cualquier sitio como el cine o incluso la música».
Al futuro, por otro lado, Galán no es que le pida nada en concreto, pero sí reconoce que le gustaría «hacer mis propios personajes y mi propio mundo», aunque también reconoce que «no me veo capacitado para ser guionista». En cualquier caso, «puedo elegir dónde estar y los proyectos en los que participar, algo que es un camino muy distinto al de otros autores porque lo que muchos de ellos quieren hacer algo que yo ya he hecho, como Spider-Man, que es cierto que te da mucha visibilidad». Por ahora, su día a día no diferirá mucho: «Dibujar hasta la hora de comer y luego se acabó dibujar hasta el día siguiente».