A solo unas calles de la plaza San Marcos de Venecia, Catalina Solivellas, directora general de Cultura del Govern, se rinde ante la belleza de la ciudad: «Es como un cuento». Acude como representante del Govern a la exposición Llim, de la mallorquina Lara Fluxà, junto al Institut Ramon Llull (IRL), con la que participa en la 59 Bienal de Venecia, la primera edición desde el inicio de la pandemia y que es una de las citas más esperadas del mundo. Solivellas reconoce su importancia y el «orgullo que es tener una representante de la cultura balear en uno de los hitos del mundo del arte». La inauguración será esta tarde, a las 17.30 horas, en el espacio Catalonia in Venice en el Canal de San Pedro.
Solivellas se suma a una comitiva que completan Pere Almeda, director del IRL; Patricia Garriga, consellera de Cultura de la Generalitat; Oriol Fontdevila, comisario de Llim, y la propia artista, Lara Fluxà, cuya obra genera un diálogo entre el agua de los canales y el vidrio para tender puentes entre la ciudad italiana y la realidad mallorquina, ya que «es una reflexión vinculada al cambio climático y a los entornos frágiles, como el de Venecia o el de las Islas, a través de elementos tan nuestros como el agua y el vidrio», explica Solivellas.
La presencia de Fluxà en la Bienal es el resultado de «las políticas culturales» que se llevan a cabo desde el Govern a través de organismos como el IRL, de cuya gobernanza forma parte. Además, en opinión de Solivellas, «demuestra que estas iniciativas funcionan y, aunque todo puede ir a mejor, apunta al éxito de políticas que hemos puesto en marcha y que van en paralelo a las transformaciones del mundo cultural que cambia mucho y con el que hemos de ir en consonancia». Por otro lado, «que Lara esté aquí hace ver a otros que es posible convertir su sueño en realidad».
Internacional
Sobre la colaboración con el Llull, explica que además de esta participación también se trabaja en la internacionalización de otros proyectos culturales baleares, aunque no descarta como «posibilidad» el disponer de un espacio propio para las Islas en próximas ediciones ya que «que artistas como Lara estén aquí los hace embajadores de toda Balears», prosigue. A su vez, Solivellas aprovecha y hace balance de la presente legislatura, la cual «valoramos positivamente al cumplir reivindicaciones históricas y sacar proyectos que dejamos como herencia». También recuerda que ha sido «una de las etapas más difíciles de toda la democracia» y enumera una serie de iniciativas en marcha: el Centre Internacional de Fotografia Toni Catany en Llucmajor, que es «impresionante» y abrirá antes de acabar el año, o la sintonía con el Ministerio de Cultura, con quien reconoce tener desde su área «una muy buena comunicación», que ha dado como resultado inversiones como la compra del busto de Augusto, entre otros. A ello se suman propuestas como el Observatori, que será «un termómetro que nos diga las políticas que deban tomarse y está listo para licitarse».
Finalmente, Catalina Solivellas se refiere también al futuro Centre de Creació i Recerca de la Mediterrània, que estará en el área de Llucalcari, y cuya idea es ser «una luz que ilumine la creación en el Mediterráneo y en el mundo». Acogerá a «artistas y artesanos que creen en Mallorca junto a locales y de ahí se pueda expandir», algo que sirve para trazar un círculo a su presencia en Venecia, donde «he visto una exposición en la que podría haber artistas mallorquines sin problemas» y reflexiona que sería precioso «poder ver a maestros del vidre bufat de Venecia, donde es tradición, en Mallorca, donde también lo es, de forma que no perdamos un negocio y creemos una marca única».