La artista mallorquina Lara Fluxà (Palma, 1985) es la encargada de representar a Baleares y Catalunya en la 59 Bienal de Venecia, uno de los acontecimientos artísticos más importantes del mundo, y que arrancará el próximo 23 de abril. Para la ocasión, Fluxà desarrolla su proyecto Llim, comisariado por Oriol Fontdevila, un «diálogo a nivel infraestructural con Venecia y sus canales» a través del material del vidrio, el que suele trabajar Fluxà.
La artista fue seleccionada por una comisión del Institut Ramon Llull, cuyo director, Pere Almeda, estuvo presente en el acto de presentación que tuvo lugar este viernes en Ca n'Oleo y que también contó con la presencia de Mercedes Garrido, consellera de Presidència, Funció Pública i Igualtat, en representación del Govern, que se suma a la expedición que acompañará a Fluxà en Italia. Almeda destacó su «alegría» por poder estar en Palma, donde reivindicó la «oportunidad» que supone presentar un proyecto en la Bienal por su carácter «internacional» y permite un trampolín para «nuestro lenguaje, nuestra cultura y nuestra capacidad de interpretar el mundo, con su singularidad y capacidad de interpelar sobre los grandes temas de debate y reflexión». Finalmente, remató su intervención señalando que «el Institut está muy contento de que haya una artista balear en Venecia este año».
Por su parte, Garrido aprovechó para destacar que la Bienal es «el acontecimiento artístico más importante de Italia y uno de los más importantes del mundo», por lo que han querido acompañar a Fluxà, «uno de los talentos emergentes de Balears», al que el Govern «apoya» ahora tal y como hizo en «Arco 2020». A su vez, Fontdevila, el comisario, que acudió presencialmente a la cita, y Fluxà, que se conectó telemáticamente, dieron más detalles de su obra, Llim, la cual describieron como «un diálogo con los canales, con la ciudad, los materiales y el agua de Venecia». Fontdevila, a su vez, hizo hincapié en que «es muy bueno que se ponga en valor desde el Institut Ramon Llull y el Govern a una artista como Fluxà, lo que creo que es una apuesta».
La propia artista se mostró «agradecida» y explicó que «desde el primer momento supe que quería trabajar la forma en la que se daban los materiales como el vidrio y se relacionaban con un entorno que, históricamente, ha estado muy vinculado al trabajo de ese material». Esta circunstancia de «usar una cosa tan propia y tan de Venecia», que se da a su vez en Mallorca, como el trabajo del vidrio, hizo «crecer el proyecto».
El resultado serán unas instalaciones escultóricas que dialogarán con el agua de los canales, saliendo al mismo e interactuando con él. Es esa misma agua la que «alimenta» las esculturas y permite unir diferentes coordenadas semánticas que se aprecian en diferentes esferas como el material usado (el vidrio), el contexto (los canales de Venecia y su mezcla de agua salada con agua dulce original con los problemas que esto ocasiona), así como las propiedades de los mismos (desde la viscosidad del vidrio, hasta el componente temporalmente líquido del agua como el estado temporalmente sólido de las esculturas cristalizadas).
Todo ello podrá verse a partir del 20 de abril, acto de la presentación en Venecia, y hasta que finalice la exposición de Llim el 27 de noviembre en el pabellón Catalonia in Venice, donde se entregará una publicación gratuita explicativa que amplía la información de la muestra.