Una «constelación sistémica» en la que la figura del performer se abre a la colectividad para hacerla partícipe de una acción artística sin nociones previas. El objetivo es «generar un diálogo verbal y de sensaciones» en torno al concepto «de lo masculino y lo femenino, de lo queer, de la transexualidad» y su contexto social y político. Este es el punto de partida de la performance que la artista Susy Gómez (Pollença, 1964) ofrecerá este miércoles 16 en Es Baluard Museu de Palma. Bajo el título de Equilibrium, se trata de la segunda propuesta del ciclo performativo [Comfort (Voyeur) Control], vinculado a las obras Ready to feel a Louise Bourgeois Necklace I y II, de la exposición Personae. Máscaras contra la barbarie, que se exhibe en este espacio hasta noviembre.
Desde la perspectiva del reconocido teólogo y espiritualista alemán Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares, y dirigida por el psicólogo terapeuta Enzo de Paola, Susy Gómez originará un espacio de«auto-observación donde experimentar y sanar los propios límites». Y el Aljub de Es Baluard es un enclave idóneo para ello porque «es un espacio que habla y genera energías por sí solo», en palabras de la reconocida creadora.
De esta forma, Equilibrium transformará el Aljub para esta ocasión en «un espacio libre y abierto de análisis del sujeto en el sistema en el que está inmerso, en el que poder identificar patrones y sistemas inconscientes, tomando conciencia de ellos, para permitir que lo excluido aflore y salga a la luz, desvelando una nueva mirada»; porque «el arte es como un cuchillo que abre en canal a la realidad», sentencia Gómez sobre esta acción que está comisariada por Tolo Cañellas y en la que participarán 50 personas –inscritas de manera previa, todas las entradas están agotadas–.
Constelaciones
La artista, que se ha formado en constelaciones familiares dirigida por Joan Garriga en el Institut Gestalt de Barcelona, quiere propiciar en Equilibrium «un espacio en el que vamos a ir un poco más allá de los conceptos, más allá de nuestras propias creencias sobre aquello que damos por válido cuando hablamos de lo masculino y lo femenino, se va a generar una experimentación para explotar y profundizar en los límites de estos términos a partir de los movimientos del alma que nos mueven y del propio sistema, de la propia estructura social y política en la que estamos inmersos ahora», detalla Gómez.
Con todo, la performance de Susy Gómez sumergirá a los 50 participantes en un universo, a nivel conceptual, que no solo requiere del espectador una actitud espiritual, sino que reclama también el propio vaciado de creencias, la desmaterialización del ego, la historia personal, la responsabilidad de nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones, e invita a «trascender la máscara social, a descubrir su identidad y el lugar que ocupa en la conciencia colectiva e individual».
En Equilibrium, el trabajo que realizará afectará a «la conciencia colectiva», prosigue Gómez, «pero sí que lo vamos a experimentar según esos puntos que hay en la historia personal de cada uno, una historia transgeneracional, donde esos conceptos se han quedado atrapados y ya no sorprenden, lo que buscamos con esta performance es generar sorpresa». Por eso, «se romperá cualquier idea preconcebida con la que uno entra en el esta constelación en tres dimensiones para crear una nueva mirada sobre los temas que abordan lo masculino y lo femenino, así uno puede descubrir y sanar ciertos aspectos que nos vienen predeterminados por la historia que nos preceden», aclara la creadora.
Villaronga
En paralelo a esta actividad, Susy Gómez aguarda al 6 de marzo para conocer si se lleva el Premi Gaudí a la Mejor Dirección Artística por El ventre del mar, de Agustí Villaronga, así como Mejor Vestuario, junto a Pau Aulí. El filme, que opta a doce estatuillas, no será la primera aventura de la artista con el cineasta:«Hay proyectos en marcha, sí más de uno», concluye.