En el balance de 2021, el escritor Andreu Gomila (Palma, 1977) computó tres obras importantes: la novela La mesura de totes les coses (Editorial Empúries), el poemario Felanitx (Edicions 62) con el que ganó el Premi Gabriel Ferrater, y la traducción al catalán de Alcohols (LaBreu) de Guillaume Apollinaire. De la novela, que es su publicación más reciente, Gomila contó ayer que «lo que quería era escribir de la relación entre hombres y mujeres». El libro, que cuenta la relación de un hombre con cinco mujeres que han marcado diversas etapas de su vida, se cierra con una incursión teatral en forma de poema dramático, de carácter autobiográfico y existencial, donde se recuerda al amigo y poeta ibicenco Manel Marí, fallecido en 2018.
«Al principio, debía ser un libro de cuentos; después, un amigo me hizo ver que podía ser una novela, reestructuré el texto y creé una unidad», declaró al autor, quien aseguró que «una de las intenciones era mostrar la igualdad entre el hombre y la mujer». En ese sentido, el novelista señaló que «no somos aún iguales, aunque en algunos estamentos sociales se tiende a dicha igualdad, pero quería demostrar que el deseo es el mismo en hombres y mujeres, o que quien perdona la vida no es un rasgo de un determinado sexo».
Si bien el narrador es masculino, Gomila propuso que «se podría hacer el experimento de escribir el libro al revés, con una mujer que describiera su relación con cinco hombres y no creo que cambiara nada, pero lo he escrito así porque era mi punto de vista». El escritor consultó a Llucia Ramis: «Le envié el texto para que me hiciera una lectura de género y, con opinión del escritor, acabé cambiando un par de cuestiones». De la presencia poética en el libro, puntualizó que «cuando escribo, no hago diferencias entre poesía y prosa; la primera tiene una técnica que hay que dominar, pero la novela debe estar tan bien escrita como un buen poema».
Gomila es crítico teatral y vive en Barcelona. «El teatro es mi trabajo, me gano la vida escribiendo de teatro, que miro desde fuera; la poesía es mi vida, es mi actividad principal de la vida junto a la de ser padre; y una novela es otra cosa, es como hacer una casa ya que necesita unos buenos cimientos, comenzar y acabar, recurro a la novela cuando quiero explicar algo que solo puedo contar en forma de ficción narrativa», confesó el autor, quien añadió que «hace más de 15 años que traduzco, lo he hecho como ejercicio y ha acabado siendo otra de mis actividades laborales».
Crisis
De la situación teatral en Catalunya y en Mallorca, el crítico aseguró que «la crisis del 2010 supuso un desastre, ya que los recursos se redujeron drásticamente, el teatro de aquí quedó descolgado respecto a lo que se hacía en Europa, en comparación con el buen momento de años anteriores y el teatro se hizo más innovador porque también podía ser así más barato». Gomila asumió que «es pronto para saber el impacto de la COVID-19 sobre la forma de hacer teatro, eso lo podremos analizar dentro unos años», y matizó: «Lo que hay ahora es un problema laboral, con obras que se paran y actores que se ponen enfermos».