Puede resultar extraño publicar en estos tiempos pandémicos un libro de viajes. Sin embargo, a la vez, parece que este tipo de literatura tiene más sentido que nunca. Y es ahora cuando Házael González, colaborador de este periódico, lanza con el sello Dolmen La vuelta al Mundo en 111 días (y ocho territorios). La presentación se celebrará esta tarde, a las 19.30 horas, en Quars Llibres y contará con la participación de Perfecto E. Cuadrado.
El periplo que narra González se remonta años atrás, empieza el 7 de enero de 2016, dejando atrás Palma rumbo a Barcelona, y termina en Ciutat, el 27 de abril de 2016. El proyecto nació cuando hacía unos meses que había fallecido su esposa, Johanna Elisabeth van Heek, geógrafa, psicóloga e «incansable viajera». Para recordarla, el escritor, conocido sobre todo por sus historias fantásticas, decidió no solamente dar la vuelta al mundo a bordo de un crucero y contar sus experiencias en un libro, sino crear una colección que llevara su nombre. «La idea es que sea una colección abierta a todo el mundo», matiza.
De hecho, ahora está intentando contactar con la viuda de Javier Reverte. «Ella quería ceder su biblioteca a una institución pública, pero como en este país somos así, ninguna institución la quiso. Ahora la tiene una librería de segunda mano de Madrid. Por suerte, gracias a Nicolás Moragues, que organiza el congreso dedicado a Julio Verne, pude hacerme con veinte ejemplares que tienen las anotaciones de Reverte», relata. Rescatar pequeños y grandes tesoros es otro de los propósitos que persigue con esta serie, libros descatalogados que pertenecen al siglo XIX o joyas difíciles de encontrar, como Ciudades excitantes, del autor de James Bond, Ian Fleming.
Desiertos
En este volumen, González recorre desde las costas sudamericanas al Outback australiano, pasando por los desiertos árabes o los mares del sur. En cualquier caso, el autor insiste en la importancia de distinguir entre turista y viajero. «Un turista puede hacer lo que está haciendo aquí o en la otra punta del mundo, busca lo mismo. Sin embargo, un viajero busca la diferencia, lo particular, lo que define un lugar en concreto», apunta. «Vivimos en una ciudad a la que le ha pasado por encima el rodillo del turismo. A veces es necesario irte a la otra parte del mundo para saber qué tienes delante de tus narices, la literatura de viajes te hace apreciar lo que tienes», advierte.
Sobre la manera de viajar de la contemporaneidad, Instagram siempre a punto, González asegura que es un «romántico» y, en vez de una cámara, siempre ha llevado consigo un cuaderno de viajes, un medio más «directo» y que «ayuda a contactar con las impresiones que tiene la gente». Ahora, además de este proyecto, González está trabajando en la biografía de Danny Elfman, compositor de bandas sonoras de películas de Tim Burton como Eduardo Manostijeras, La novia cadáver o Charlie y la fábrica de chocolate.