Camí amunt, de Júlia Colom (Valldemossa, 1997), suena a bosque, a montaña, a refugio. Ese encontrarse y perderse es lo que refleja este sencillo de la artista, el primer tema que es un adelanto de lo que será su primer disco, que publicará antes de verano. Precisamente, la artista resurge entre árboles, con una luz tenue, en el videoclip de este tema, dirigido por Claire O'Keefe y Joan Porcel –quien ya le dedicó el premiado documental Sempre dijous–.
Colom reconoce que puede sorprender que aparezca en un escenario alejado de la estética mediterránea que suele acompañarla. «La idea era descontextualizar, huir del imaginario mediterráneo paradisíaco. Grabamos el filme al lado de mi casa, en Valldemossa, lo cual también es simbólico para mí y encaja muy bien con lo que representa la canción y este momento. También es un nacimiento para mí, nadie nunca me había visto así. Ni yo misma», admite.
A pesar de que el escenario es diferente, la esencia no ha cambiado y Colom sigue reivindicando la «sencillez» y la «honestidad» con su trabajo. «Para mí era muy importante que me gustara el mensaje y el contenido de la primera canción. Me parece un punto de partida muy honesto. Y en el videoclip se plasma muy bien: simplemente me pongo en el centro y canto», afirma. Camí amunt representa, para Colom, un «punto de reposo que siento que me hace falta, a todos nos hace falta, con el estresante día a día que tenemos». «Es una oda a los momentos de claridad de uno mismo, de reconexión con nuestra voz interior que a veces queda enterrada por otras cuestiones», añade.
Alejarse
Huir y alejarse, pero también encontrarse es posible, afirma la artista. Y el bosque es el lugar ideal para eso. «La letra de la canción habla de la necesidad de alejarme de todo lo que es mío, de lo que tiene que ser, y de tomar un poco de distancia para poder decidir realmente, desde la conciencia profunda, lo que quiero», matiza. Colom se muestra muy «feliz» por este «bautizo de lo que vendrá» y asegura que, aunque pueda parecerlo en un principio, Camí amunt «no es una canción triste, sino lenta, pero también tiene mucha luz».
Asimismo, avanza que «eso no quiere decir que el disco será así, ya que estará repleto de canciones con las que incluso se podrá bailar». En febrero, anuncia, lanzará otro sencillo.
De momento, el próximo 23 de diciembre cantará algunos nuevos temas en la Sala Apolo de Barcelona en un concierto en el que compartirá escenario con la banda Mishima.