Los amantes de las Humanidades –filosofía, pensamiento, mitología, literatura–, pero también del café y el buen vino tienen su punto de encuentro en La Biblioteca de Babel, que recientemente ha sido incluida por el diario británico Financial Times en el ránking de las 20 mejores librerías del mundo, una lista confeccionada a partir de las opiniones de sus lectores. De esta forma, Babel comparte la clasificación con lugares como Blackwell's (Oxford), Peter Harrington (Londres), Shakespeare and Company (París) y Strand Bookstore (Nueva York).
José Luis Martínez es el responsable de este espacio ubicado en la calle Arabí, detrás del transitado Sant Miquel y de la iglesia. Un emplazamiento privilegiado que se erige como un refugio y que ha encandilado a los visitantes más allá de la Isla. «Formar parte de este ránking ha sido una sorpresa muy agradable», reconoce. «Abrí La Biblioteca de Babel en 2009. Mi idea era crear una librería especializada en Humanidades tradicionales, clásica, por decirlo así. El mundo del libro es complejo desde el punto de vista comercial y hay que aportar cosas nuevas. La intención era que tuviera un café, el lugar perfecto para disfrutar de la literatura y la cultura. El vino también tiene unos vínculos muy profundos con el Mediterráneo y la cultura europea e incluso la mitología y la tragedia griega», detalla.
El fondo de La Biblioteca de Babel, que toma el nombre de un libro de Borges publicado en 1941, es el gran tesoro: 25.000 referencias. «El fondo es muy importante, sobre todo para una librería de estas características. La selección es clave y mantenerlo es complicado, también porque el libro aguanta menos físicamente», advierte. En estos doce años, Babel ha sufrido la crisis económica de 2007, aunque Martínez apunta que, en el sector del libro, llegó más tarde, en 2011 y 2012, y la del coronavirus. «Con la COVID hemos tenido pérdidas económicas, pero no ha sido tan catastrófico como pensaba. Cuando pudimos volver a abrir la respuesta fue estupenda», añade. Pero en este tiempo el proyecto también ha crecido: la librería Alejandría, la Escuela de Humanidades y La gaceta de Alejandría. «Hace tres años abrimos Alejandría [en la Costa de Can Muntaner] que es también la sede de la Escuela de Humanidades. Alejandría nació con una idea original: albergar los mil mejores libros más importantes de la historia en su lengua original. A raíz del coronavirus tuvimos que parar, así que aprovechamos para reformarla y repensar el futuro. Probablemente reiniciaremos las actividades en breve», avanza.
Activismo
Y es que, avisa Martínez, «en el siglo XXI no te puedes quedar sentado en la tienda y dedicarte a poner libros en una bolsa, tienes que ser activista cultural. Por eso organizamos presentaciones, conciertos y talleres, clubs de lectura y cursos de escritura creativa y de lenguas clásicas». Además, desde 2014 gestionan la librería que se encuentra en CaixaForum. «El concepto de librería ha evolucionado y nosotros lo hemos ido haciendo con los libros», matiza. En todo caso, afirma que «el mundo del libro se mantiene bastante estable, a pesar de que van cambiando las historias, la manera de escribir y de leer».
Lo que tiene claro es que los clásicos se leen más que nunca. «Ahora es el aniversario de Dostoyevski y estoy convencido de que hay más interés por este autor que hace diez años. La gente ve a los clásicos como un valor seguro. Las campañas publicitarias prometen más que lo que el libro da y los clásicos son un contrapuesto frente a las redes sociales y los mensajes de la sociedad en la que todo se consume enseguida y deprisa», concluye el librero.