El blues tenía en Amadeu Casas a uno de sus más fervientes embajadores. El guitarrista y músico barcelonés, referente en el género en Catalunya, falleció el pasado sábado a los 66 años.
La consellera catalana de Cultura, Àngels Ponsa, le describió como «una persona comprometida con la libertad y la cultura catalana». Casas, que deja seis referencias de estudio y gran cantidad de colaboraciones, fue miembro fundador de grupos como Blues Messengers, Slide Company, Tandoori LeNoir o Blues Reunion, donde coincidió con el armonicista mallorquín Víctor Uris, quien le recuerda como una «persona excelente, generosa, humana, muy culta y seria».
La grabación en 1994 de El blues de la inflació fue otro de los proyectos que ligó sus destinos, en este caso junto a la célebre Big Mama (Montserrat Pratdesaba). Uris recuerda la técnica del catalán con palabras de admiración: «Como guitarrista pocos tenían su nivel, era un maestro», subraya. Y es que las aptitudes de Casas se abrazaban a un blues generoso de miras, destacando tanto en la ejecución del blues rural, como en el campo del blues urbano, más estiloso y eléctrico.