Con el confinamiento, Pep Carrió revisó los diarios que mantiene desde hace 13 años y que utiliza como «una especie de laboratorio portátil». En ellos descubrió un patrón común: «Localicé un montón de imágenes que tenían que ver con las casas». Esto le impulsó a emprender el proyecto Casas, en el que colabora con la escritora y poeta chilena María José Ferrada, subiendo una imagen al día en sus redes sociales acompañada de un texto.
«Pensamos que sería algo bonito que yo desde Madrid y ella desde Santiago de Chile colaboráramos de esta manera», y así lo han hecho durante estas semanas en las que Ferrada «le asigna a cada imagen un texto aleatorio» que acompañan las casas realizadas en «diferentes lenguajes y técnicas de ámbito totalmente personal» de Carrió. Se ha convertido «en un diario que en vez de ser escrito es dibujado, un día con tinta, otro un collage, o lo que sea».
Un material personal que «de pronto recobra un sentido que no había pretendido estar ahí» y que «cuando acabe todo esto también finalizará y quedará como un diario del confinamiento».
Casas se ha convertido en «una manera distinta de estar en este lío» y evitar que «los días puedan convertirse en un simple tachar casillas del calendario. Que de todo esto quede algo para reflexionar».
Reflexión
Y lo cierto es que hay mucho sobre lo que pensar, como la interconexión que la pandemia ha traído. Para Carrió es interesante «cómo alguien en Madrid y otro en Chile están encerrados en cuatro paredes viviendo lo mismo».
Un acercamiento paradójico que también se da con sus propios seguidores, quienes comentan y comparten su obra: «Estamos todos metidos en este marrón», confiesa Carrió.
Al ser material personal, permite poner en perspectiva creaciones de hace años y «tiene una capacidad de evocación muy curiosa, hay una sensación de no reconocerte en tus propios dibujos porque era otro el que lo dibujó, para lo bueno y para lo malo» y «tiene la parte liberadora de no tener que rendir cuentas a nadie más que no sea a ti mismo».
Casas ya tiene interesados en Alboroto Ediciones, que fue seleccionada como la mejor editorial de Centro y Sudamérica en la última feria del libro infantil de Bolonia. La intención es publicar un libro, que sería el tercero que realizado conjuntamente entre Ferrada y Carrió tras El lenguaje de las cosas y La tristeza de las cosas.