El tiempo del confinamiento por el coronavirus en Mallorca detiene relativamente nuestras vidas, pero ni la fe ni el patrimonio cultural e histórico de cientos de años de vida son fáciles de tumbar. Si desde hace siglos se honra a la Mare de Déu en el Santuario de Lluc, en el corazón de la Serra de Tramuntana, esta pandemia no ha hecho que se detenga un culto que es claro definidor del alma mallorquina.
Vean si no el vídeo que acompaña esta noticia, compartido en Twitter por la concejal del Ajuntament de Palma Lydia Pérez (PP), y protagonizado por su hija Maria, que entona magistralmente a ocho voces una 'Salve per al món', un canto de agradecimiento y esperanza que eriza el vello y emociona.
Una interpretación de quien el musicólogo y presidente del GOB, Amadeu Corbera, califica como excel·lent alumna y que ha aglutinado un gran número de elogios.