En 1936, los anarquistas entraron en la cripta de la Sagrada Familia (Barcelona) y le pegaron fuego al archivo-taller de Antoni Gaudí, pero no pudieron reducirlo a cenizas todo y de hecho han sobrevivido 50 proyectos del genio así como bocetos de algunos de sus más estrechos colaboradores, entre ellos tres dibujos prácticamente desconocidos (salvo para contadísimos especialistas) relativos a la Catedral de Mallorca.
Esta ‘trilogía mallorquina' se encuentra en la Archivo-Cátedra Gaudí de la Universidad Politècnica de Barcelona, que atesora los documentos gaudianos que se salvaron de la quema, entre los que se incluyen dibujos del ibicenco Josep Costa Picarol (1876-1971). De esos tres dibujos catedralicios, que ha localizado Ultima Hora, dos son obra de Joan Bergós, que diseñó un ‘portaciris' y unas ‘baranes' realmente originales, y un tercero se lo debemos a Joan Matamalas: es el proyecto de decoración de la capilla de la Santísima Trinidad, donde están las tumbas de Jaume II y Jaume III, tal y como lo diseñó Gaudí en 1914.
Hete aquí que si alguien conoce bien los proyectos gaudianos es la profesora de Historia del Arte de la UIB y directora del Departamento de Cultura de la Seu Mercè Gambús, quien sí tenía notica de esos dibujos. Señala que el de Matamalas «tiene que ver con el cansancio de Gaudí por presentar proyectos para la capilla de la Trinidad dado que el rey Alfonso XIII no le autorizaba porque actuar en la misma era competencia de la Monarquía, por estar en ella los mausoleos de Jaime II y Jaime III.»
Lo cierto es que en 1915 el genial arquitecto pide el finiquito, tras la muerte del obispo Pere Joan Campins. En cuanto a los dos dibujos de Bergós, explican la colaboración habitual con Gaudí en la Seu. Por último, la foto en blanco y negro que pueden ver de la catedral, desde el ábside, es un positivo (vidrio a la gelatina) que se encuentra en el Archivo del Centro Excursionista de Catalunya. Se trata de un testimonio de cómo estaba el edificio cuando Gaudí dejó de trabajar en él.
Recordemos que en 1913 se procedió a la demolición de la Casa de la Obra, una parte de la cual aún puede verse en la fotografía. Se observa la falta de pináculos en una buena parte de la fachada del Mirador y en la capilla actual del Santísimo, tal y como sigue en la actualidad.