Ganadora de dos premios Goya, por «El sueño del mono loco» y «Belle Époque», ambas dirigidas por Fernando Trueba, la montadora Carmen Frías falleció el pasado viernes a los 82 años de edad, según ha informado la Academia de Cine.
Optó al Goya en tres ocasiones más y trabajó con cineasta de ambos lados del Atlántico, como Bigas Luna, Gerardo Herrero, Tomás Gutiérrez Alea o Juan Carlos Tabío, a lo largo de una trayectoria profesional de más de 40 años.
Hija del atrecista Manuel Frías, la montadora empezó en el oficio de meritoria con Petra de Nieva y fue auxiliar de Pedro del Rey y Magdalena Pulido, aunque ella consideraba que su verdadero mentor fue Antonio Isasi-Isasmendi.
«Con él me encontré por primera vez con 100.000 metros rodados cuando la media de las películas españolas era de 20.000 o como mucho 30.000. Fue ahí cuando cogí verdaderamente toda la experiencia. El propio Antonio cuando acabé me dijo 'ahora ya empiezas a ser una buena montadora'”, detalló Frías cuando recibió el Premio Mujeres de Cine en 2013.
Desde la sala de montaje fue primera espectadora de numerosas películas y, aunque su carrera está ligada a directores como Fernando Trueba y Gerardo Herrero, son muchos los realizadores que confiaron sus trabajos a esta profesional que entendía que la sala de montaje «no es un confesionario, sino una sala de intimidad», recuerda la Academia en un comunicado.
«Los viajes escolares», «Sé infiel y no mires con quién», «El año de las luces», «Cómo ser mujer y no morir en el intento», «Lo más natural», «Huevos de oro», «Malena es un nombre de tango», «Guantanamera», «Territorio Comanche» o «El alquimista impaciente», son solo una muestra de los más 80 títulos que montó Carmen Frías.
Su último trabajo en la gran pantalla fue «El baile de la Victoria» (2009), también firmada por Fernando Trueba.