Ocho obras pictóricas, sobre todo, de finales del siglo XIX, que son Bien de Interés Cultural (BIC) y que ofrecen un relato, «no solo de la historia del arte de la Isla, sino también de la de la propia Mallorca». Así se refiere la consellera de Cultura, Fanny Tur, a este conjunto de obras que la Fundació Sa Nostra ha cedido al Museu de Mallorca en régimen de depósito por cuatro años, que quedarán expuestas hasta el mes de mayo en una exposición temporal que ya se puede visitar y cuyo acceso es gratuito. Después, los cuadros pasarán, previsiblemente, según detalló la directora del centro, Maria Gràcia Salva, a las salas permanentes.
Dicha colección incluye obras de reconocidos pintores de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, como Ricard Anckermann, de temática arabista, y pinturas de paisajes de Joan Fuster, Antoni Fuster, Antoni Gelabert, Bartomeu Sureda, Gaspar Terrassa, Hermann Bruck y Marius Michel. En este sentido, Fanny Tur y el conseller insular de Cultura, Francesc Miralles, visitaron este miércoles la muestra junto a Maria Gràcia Salvà; el vicepresidente de la Fundació Sa Nostra, Juan Font, y el director insular de Cultura, Rafel M. Creus.
La consellera de Cultura remarcó la colaboración «impecable» entre Govern y Consell después del traspaso de competencias relativas al Museu de Mallorca a esta última institución. Además, sobre la colección artística de Sa Nostra, Tur dijo calificó los cuadros son «auténticos documentos históricos» que representan la sociedad de Baleares en la segunda mitad del siglo XIX.
Por su parte, Miralles agradeció a la Fundació Sa Nostra la «confianza» en el Museu de Mallorca para depositar las obras, de las que dijo son «una muestra más» de la «voluntad» de «acercar el arte de las instituciones a la ciudadanía». «El arte tiene que salir de los despachos de los políticos y las entidades bancarias para que todo el mundo pueda disfrutar de ellas», agregó. El fondo de Sa Nostra cuenta con alrededor de 450 obras.
Cabe recordar que el 5 de noviembre de 2018 se firmó, entre la Fundació Sa Nostra y el Museu de Mallorca, un primer contrato de cuatro años de duración para depositar de forma temporal obras pictóricas con el fin de conservar, exponer y promocionar las piezas de arte.
En dicha firma se incluyó la cesión de las obras Vista de Palma des del Mollet (1893), de Fuster; Assalt a l'Harem (1880), de Anckermann, y Can Binimelis (1901), de Gelabert.
Ahora, a estas tres se unen Paisatge romàntic (1840), atribuida a Bartomeu Sureda; Estany de Son Moragues al capvespre (1904), de Fuster; Paisatge (1905), de Terrassa; Paisatge de Deià (1934), de Bruch, y El Molinar (1905), de Michel.