La Sala Montenegro del Parlament de les Illes Balears atesora cuatro grandes paneles con pinturas de gran formato del pintor mexicano que le da nombre –Roberto Montenegro–, un espacio que, precisamente, él mismo decoró durante su estancia en Mallorca a principios del siglo XX, cuando se movía en los círculos artísticos del momento junto a otros importantes nombres como Anglada Camarasa. Ahora, esas obras de arte corren peligro debido a humedades que han aparecido en los muros de la sala ocasionadas por filtraciones de agua. Este miércoles, técnicos del Instituto de Patrimonio Cultural Español (IPCE) visitarán el Parlament para analizar la situación y evaluar los daños ocasionados. Les acompañarán representantes de las instituciones locales.
Los primeros problemas «se detectaron ya en el año 2015, cuando apreciamos un deterioro en una de las pinturas». Esa anomalía «se podría deber a muchos factores, pero sobre todo a diversas humedades que podrían haberse originado por el paso del tiempo, son problemáticas generales», apuntó este martes a este diario Jaume Munar Arrom, jefe de Divulgación Institucional del Parlament y responsable del área de Patrimonio.
En este sentido, «algunas pinturas estaban más deterioradas que otras, sobre todo las que están colocadas en la pared que da a la fachada del Parlament de la calle Conqueridor», prosigue Jaume Munar Arrom. Precisamente, la decoración de la Sala Montenegro se concluyó en el año 1919, hace ahora 100 años.
Uno de los paneles que más daños acusaba era Alegoría de Mallorca. Por esa razón, recientemente fue restaurado por un experto, José María Pardo, que también estará este miércoles presente en la visita de los técnicos del Instituto de Patrimonio Cultural Español. Se trata de una imagen que revela una escena marítima de Mallorca, en la que aparecen pescadores y velas en el mar Mediterráneo.
De esta forma, desde el Parlament se presentarán a dichos especialistas del Ministerio de Cultura todos los informes que se han realizado desde aquella primera detección de anomalías en el año 2015. Existen varios estudios, «tanto de los técnicos de la casa como los de Patrimoni del Consell de Mallorca». Este miércoles, «todos esos informes se pondrán encima de la mesa para ver qué futuras intervenciones se deben realizar».
Después, con todo ese material preliminar se podrá trazar «una nueva hoja de ruta, todo lo que teníamos que hacer hasta ahora se ha hecho, y ahora se valorará para acordar cuáles serán los próximos pasos a seguir».