El Arzobispado de Madrid pidió este viernes al centro pastoral San Carlos Borromeo de la capital, según informaron fuentes cercanas a la Archidiócesis madrileña, que suspendiera la proyección prevista para del cortometraje documental Gaza, que dirige el mallorquín Carles Bover junto a Julio Pérez y nominado esta noche a los premios Goya como mejor cortometraje documental. Para el realizador palmesano, esta situación es «vergonzosa, estamos indignados», tal y como expresó ayer a Ultima Hora horas antes de tomar un avión rumbo a Sevilla, sede este año de la ceremonia de entrega de los galardones de la Academia de Cine.
El párroco de la San Carlos Borromeo, Javier Baeza, indicó que se han visto «obligados» a anular la proyección del documental a petición del Arzobispado debido a la «presión» que dicen haber recibido por parte de la comunidad judía para que no se exhiba. «No tenemos capacidad para confrontar esta censura que nos parece absolutamente reprobable en este momento cuando personas palestinas están acogidas en torno a la parroquia», lamentó.
Por su parte, Carles Bover lamentó «muchísimo» que ocurran «actos como éste». «A nosotros, nos dijeron desde la parroquia que estaban recibiendo, de alguna manera, presiones de la comunidad judía». A pesar de ello, «no nos ha supuesto ninguna sorpresa, ya estamos acostumbrados a que nos intenten boicotear el cortometraje, no es la primera vez que hay intentos de censura». De hecho, prosigue el cineasta palmesano, «ya nos ocurrió en algunos festivales de Reino Unido, que, según nos contaron, habían recibido llamadas de la Embajada de Israel».
Pese a todo, Bover es optimista. «Ya hemos recibido llamadas de diferentes espacios y centros culturales para darnos la opción de acoger la proyección», aunque todavía no hay lugar ni fecha concretas. De esta forma, consideró el director de Gaza, «tenemos apoyo para combatir esta censura ilógica».
En un comunicado, el centro pastoral San Carlos Borromeo detalló que la proyección tenía como finalidad ofrecer un espacio de reflexión sobre la realidad de Gaza, a partir de un documental «cuyo valor cultural está avalado por ser nominado a los premios Goya», desde su «compromiso con la realidad del pueblo palestino, un pueblo que sufre y vive una incuestionable falta de derechos». «Muchas personas palestinas viven como refugiadas entre nosotros y son acogidas por esta Comunidad. Creemos en la libertad de expresión y en la necesidad de escuchar todas las opiniones, incluidas las de aquellas personas que no piensan como nosotras, por eso nos parece que este documental puede y debe ser proyectado», insistió el párroco del centro.
No obstante, desde el templo de Madrid señalaron que, finalmente, decidieron acatar la orden del Arzobispado de suspender la proyección con «la finalidad de garantizar el bienestar de las personas que actualmente se encuentran acogidas y buscan amparo y protección en este Centro Pastoral y evitarles cualquier perjuicio».
Este periódico trató de ponerse en contacto con el Arzobispado de Madrid, pero no hubo suerte, porque, según un empleado del mismo, «esto está cerrado hasta el [próximo] lunes».