Antoine de Saint-Exupéry estrelló su avioneta contra el mar Mediterráneo dejando atrás una de las piezas literarias más icónicas de la historia: El Principito. Jamás se encontraron vestigios del accidente, ni el cuerpo del autor, y ése es el punto de partida tomado por los coreógrafos Gavin de Paor y Laura Macías, también directores de la academia de danza Pasodos, para iniciar un ballet basado en la novela. El Principito se estrenará en el Auditori de Peguera este viernes, a las 20.00 horas, y también se podrá ver en el Teatre Principal de Palma, el próximo 27 de noviembre.
«En esta versión, el escritor sobrevivió al accidente de avión y se instaló en un pueblecito de Mallorca. En la actualidad, muchos años después, se encuentra en sus últimos días, y quiere narrar de nuevo la historia que le consagró a su nieto», explica De Paor. «El ballet empezará en su salón, con la lectura del libro, y a partir de ahí nos adentraremos en ese mundo de fantasía que todos conocemos», agrega.
El Principito de Pasodos supone el regreso de la escuela a los montajes familiares. «Lo último que subimos a escena fue 7 pecados, una producción enfocada a un público adulto, y a nosotros siempre nos ha gustado aproximarnos a los más pequeños de la casa. Al final, ellos son el público del futuro y es muy importante que empiecen a venir al teatro desde niños. Si no lo hacen, es muy difícil atraerles cuando ya son mayores», lamenta.
«Somos coreógrafos ante todo, pero con el paso de los años hemos ido aprendiendo mucho y creo que esta es la producción en la que hemos conseguido un mayor empaque con escenografía y vestuario», comenta De Paor. «En proyectos como este no tenemos la presión de ejecutar una serie de movimientos a la perfección, como por ejemplo sí hay en El lago de los cisnes. Sin embargo, debemos crear una coreografía desde el primer minuto hasta el último, lo que conlleva muchos meses de dedicación», asegura. «Al final el resultado es algo muy personal, y nadie puede quitarte eso», añade.