A lo largo de su historia, el rock punzante de Los Suaves ha ido captando adeptos sin apoyo de los medios, y a día de hoy disfrutan de cada concierto como si fuera el último.
No es para menos, tras treinta y cinco años en activo la gira La música termina coloca el punto y final a su legendaria trayectoria. La sala Es Gremi de Palma acoge este jueves su pistoletazo de salida, a partir de las 22.30 con un repertorio de canciones que no han cambiado y siguen cmo siempre pintándole los bigotes a ese desorden del comportamiento que es la corrección política.
Charlie Dominguez, miembro fundador de esta banda de rock urbano y poesía rugosa, anticipa que mezclarán repertorio clásico con temas recientes, «caerá un poco de todo, material para el público más veterano y también para los más jóvenes, alguna versión e incluso sorpresas».
El músico se queja de lo «complicado que es seleccionar veintidós temas de entre un repertorio de más de ciento cuarenta». Son de las pocas bandas que pueden presumir de haberse mantenido fieles a sus señas de identidad, de principio a fin, obviando modas y cultivando un estilo propio. «En ese sentido somos afortunados, se lo debemos todo a nuestro público, son ellos quienes nos han puesto aquí. Si no hubiesen comprado nuestros discos ni acudido a los conciertosLos Suaves no existirían», reflexiona. Sus palabras invocan la idiosincrasia rebelde y un tanto simple del rock radical, pero conectan incondicionalmente con el sentir de la calle, «desde el principio nuestra única meta fue hacer un grupo de guitarras con ritmo y letras que mirasen a la calle», concluye.