Ana Obregón no cesa de maldecir por su inoportuno esguince. «Voy a rehabilitación dos horas por la mañana y dos por la tarde... Es que no me quiero perder la actuación de Palma; Mallorca es mi casa y allí me siento muy a gusto», afirma. Y sobre la obra que desdramatiza la menopausia, señala: «Es increíble. Es la mejor experiencia. El teatro es mágico». Lo dice en Madrid, en una terraza de La Moraleja, días antes de volar a Ciutat, donde representará del 20 al 22 de febrero la comedia Sofocos Plus en el Auditórium, junto a Fabiola Toledo, Teté Delgado y Elisa Matilla.
Para Fabiola Toledo, «volver a Palma es una gran responsabilidad, sobre todo después del gran recibimiento obtenido con Más sofocos, en la que los espectadores mallorquines se volcaron. Ahora, incluso espero que el público se supere porque esta obra es mejor y más divertida; disfrutará de un espectáculo maravilloso», afirma Toledo.
Las actrices desplegarán todo un arsenal de 20 personajes, repletos de momentos cómicos, y cargados de risas, para «burlarnos de situaciones cotidianas», como dice Toledo; o como explica Obregón: «Hay que desdramatizar la menopausia y la andropausia, en este país machista desde la prehistoria, y que parece que ya lo está dejando de ser». El montaje, en el que se suceden cinco números musicales, alguno llamativo con temas de Alaska y Paloma San Basilio, también cuenta con la participación virtual de Carlos Sobera.
«La risa es la mejor terapia para segregar endorfinas, hormonas del placer y el bienestar que refuerzan el sistema inmunitario, lo que evita enfermedades graves», señala quien a principios de siglo obtuvo un 38% de cuota de pantalla, más de ocho millones de espectadores, con la serie de televisión Ana y los 7.