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El Museu de Mallorca se adecúa al siglo XXI para desvelar «nuestra historia y cultura»

| Palma de Mallorca |

El Museu de Mallorca luce «como nunca». Gracias a la rehabilitación que ha sufrido este espacio, que pretende «contar nuestra historia y cultura» y que reside en el histórico edificio de Ca la Gran Cristina, en el corazón de Ciutat, el museo «ha ganado en todo», señala su directora, Joana Maria Palou: luminosidad, equipamiento, acondicionamiento, accesibilidad y también en cohesión social y cultural, en definitiva, «se adapta al siglo XXI». Comienza una nueva etapa para un Museu de Mallorca, que se moderniza y se abre más que nunca al ciudadano y al turista.

En el museo se trabaja día a día y a contrarreloj para que todo este a punto para su reapertura, que no tendrá lugar, en principio, hasta el último trimestre de este mismo año, cuando se haya licitado y ejecutado el plan museológico de la Sección de Bellas Artes. «El Ministerio [de Cultura] está a punto de sacar a concurso el proyecto museográfico para esta sección, con una partida de aproximadamente 600.000 euros, se podría decir que estamos en pista a la espera de la señal de despegue», detalla la directora. Sin embargo, antes de que llegue tal día, la intención de Joana Maria Palou es organizar actividades y acoger exposiciones previas a esa fecha, como por ejemplo la muestra que se inaugura este mismo lunes, titulada 3.000 anys d’història. Y no será la única, «probablamente», remata Joana Maria Palou, quien avanza que «el próximo mayo se celebra el Día Mundial de los Museos [17 de mayo] y nos gustaría celebrar alguna actividad o evento, todavía está por concretar».

Basta con dar un paseo a la entrada del edificio –y esquivar a los operarios que trabajan sin cesar– para percatarse de la laboriosa reforma del espacio, que ha supuesto numerosas novedades, entre las que destacan la incorporación de una tienda, una cafetería y una sala didáctica –para cursos, conferencias, talleres...–. Pero los cambios má importantes son los referentes a dos «serios» problemas que arrastraba el Museu de Mallorca: la iluminación y las humedades. Se han abierto ventanales, algunos de ellos hasta ahora tapiados, lo que permite crear un mayor diálogo «entre la arquitectura del espacio y el discurso que queremos contar». En cuanto a las condiciones de acondicionamiento, las salas contarán con climatización independiente para «proyectar la temperatura y la humedad adecuadas que se necesitan las piezas en base a sus características». De esta forma, también se facilitará la comunicación y el acceso entre las diferentes secciones del museo: la ya citada de Bellas Artes y la correspondiente al área de Arqueología, proyecto museológico «en el que estamos trabajando en este momento» y cuyo concurso público y ejecución no materializará hasta 2015.

Todavía faltan unos meses para que el Museu de Mallorca luzca en todo su esplendor y para que, finalmente, «tenga un uso real de museo, accesible para todos y, algo muy importante para mi, que sirva de punto social, de encuentro y de unión cultural», concluye Joana Maria Palou.

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