La Asociación para la Revitalización de Centros Antiguos (ARCA) ha mostrado su disposición a trabajar para que Palma sea candidata a ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero ha advertido de que «hay mucho trabajo por hacer y los cambios deben ser notables».
Son necesarias «políticas activas y serias» a favor del patrimonio, advierte ARCA en un comunicado, en el que afirma que «ve con buenos ojos» el anuncio que hizo ayer el alcalde de Palma, Mateo Isern, de que trabajará para que la ciudad pueda optar a ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Autenticidad del centro y conservación
Conservar la autenticidad del centro histórico es indispensable para la entidad, que critica, no obstante, la desaparición de edificios en el barrio antiguo, como la Plaza Cuadrado.
Obligar a la propietarios de edificios catalogados a su conservación, ya que mucho los abandonan e incrementan los escombros, como ha ocurrido en Son Cabrer o los Molinos del Jonquet, es otra de las medidas indispensables para ARCA, que sugiere también la necesidad de rehabilitar, invertir y cuidar edificios propios de la Administración, como Can Weyler.
ARCA considera también que las vallas publicitarias perjudican la imagen de la ciudad, como las que están ubicadas en las barandillas y ascensores de los aparcamientos subterráneos de Antoni Maura y de la Plaza de los institutos.
Evitar la ocupación excesiva con terrazas que invaden físicamente y estéticamente el centro de Palma de la ciudad es otra de las acciones que son necesarias tomar desde el Ayuntamiento, según la asociación.