Jaime Anglada es de los que creen que en la vida hay que mojarse, que merece la pena elegir porque si no los demás lo hacen por ti. Y lo hace con convicción y sin miedo. Es un tipo de trinchera, dotado de un permanente sentido del humor que le blinda ante las embestidas de la vida. Cumple veinte años en las carreteras secundarias del rock, y para celebrarlo plasma sus inquietudes 'sinfónicas' en Temposinfónico , un álbum con dos piezas inéditas donde arropa sus guitarras con violines y apoca una pizca ese vozarrón temperamental tan suyo, tan nuestro. La première será el 23 de enero, a las 21.00, en el Auditòrium.
-Parece haberle cogido el gusto a la música clásica, ¿le ha enseñado a reinterpretar su profesión?
-Sí, me ayuda a interpretar de otra forma, le ha dado otro paisaje a mis canciones.
-¿Cuándo estará disponible el disco en comercios?
-Entre el 21 y 23 de enero.
-¿Cómo se le ocurre grabar un disco con orquesta en plena crisis?
-La marca de relojes Oris ha financiado el proyecto y demostrado su compromiso con la cultura. Creo que en el futuro este tipo de colaboraciones se normalizarán, la cultura tendrá que ser esponsorizada por empresas privadas .
-Rock, baladas, medios tiempos y arreglos sinfónicos. ¿Por qué esta entusiasta polivalencia creativa?
-Todo nace tras el concierto con la Orquestra Simfònica de Balears. Supe que quería hacer un disco con orquesta y voz al estilo de los años sesenta. Miquel Àngel Aguiló y Toni Cuenca me han ayudado a contagiarme de este tipo de arte 'sinfónico'.
-Un lujazo contar con Miguel Ríos en la canción Todo lo que puedo dar ...
-No soy fan de incluir voces de otros intérpretes en mis discos, pero como soy un romántico y Miguel ha sido un icono decidí proponérselo.
-Las dos canciones inéditas del disco, Palma y Madrid , dan buena cuenta de lo hondo que le calaron estos dos lugares, ¿qué le conquistó de dos ciudades tan opuestas?
-Escribir una canción para una ciudad de la que estás enamorado lo podemos comparar con las mujeres. Madrid sería mi amante y Palma es mi ciudad. Pero a Madrid la veo con las tetas más grandes.
-Cuando un rockero coquetea con arreglos sinfónicos su música puede convertirse en un masaje de próstata para un público maduro, ¿demostrará lo contrario con otro disco de rock?
-Tengo cuarenta canciones nuevas y no se qué rumbo darles, pero sí te puedo adelantar que seguiré con Miquel Àngel Aguiló y Toni Cuenca, porque refuerzan mi voz con sus instrumentos de viento y cuerda.
-Me cuentan que al pasar por el que fue su piso de soltero suele dedicarle una mirada nostálgica, ¿miedo a reconocer que no volverá a ser tan feliz?
-Ese piso me regaló grandes canciones, pero no lo cambio por mi familia.