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Nuevos proyectos editoriales buscan «revitalizar» un sector «estancado»

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| Palma |

Son editores, son jóvenes –la mayoría de ellos no alcanza los 30 años de edad–, conocen los entresijos de este mundillo de primera mano y tienen muchas ganas de cambiar la manera «de entender la edición». Buscan «revitalizar» un sector que consideran «estancado y, en ocasiones, algo aburrido». Ellos son Pau Castanyer (Xicra Edicions), Miquel Ferrer (Bilibú Editorial Expandida), Pau Vadell (Adia Edicions) y Llucía Font (Rua Ediciones). Inquietud, creatividad y mucho esfuerzo «para sacar adelanto proyectos con un presupuesto muy escaso» son los pilares de su modus operandi. Los sellos han nacido este mismo año y en septiembre llegarán a las librerías muchas de sus novedades, a pesar de los tiempos «complicados» de crisis que afectan «especialmente» al ámbito editorial.

No parlis amb la boca buida. Así promocionan Pau Castanyer y sus colegas de Xicra Edicions este nuevo sello, que inició su andadura el pasado mes de marzo con una edición bilingüe de un poemario del serbio Petar Matovic, Les maletes de Jim Jarmusch. Tres colecciones integran su catálogo: La Cantàrida, que se centra en las nuevas voces poéticas y que antes pertenecía a Documenta Balear [donde Castanyer se formó en el oficio de la edición durante muchos años]; Viró, de ensayo y pensamiento, y Tallanassos, de cómic e ilustración. En Xicra «defendemos el acceso a la cultura como un derecho universal», apunta Castanyer, quien adelanta que «apostamos por una edición artesanal, vinculada al territorio y con un criterio propio e independiente».

En septiembre verán la luz dos nuevas obras de Xicra Edicions. Se trata de El tòrax de la bèstia, de Josep Joan Camacho Grau, dentro de la colección de poesía, y un ensayo gráfico del ilustrador Gerard Armengol.

Miquel Ferrer tiene experiencia en este ámbito, primero en Edicions Cort y como presidente del Gremi d'Editors de Balears, y ahora con un proyecto que ya adelantamos en este diario hace unas semanas, Bilibú Editorial Expandida. Con este sello, Ferrer quiere implicar de manera conjunta a todos los agentes que rodean la edición de un libro (editor, ilustrador, corrector, distribuidor), y también, muy «importante», al futuro lector. Todos ellos «tendrán un papel de decisión» en el producto final. Bilibú Editorial Expandida verá la luz el próximo septiembre con el lanzamiento de un facsímil de un manuscrito de Cristóbal Serra, Viaje a Cotiledonia.Pero la publicación de sus libros no se quedará sólo en un título, en torno a la obra se organizarán muchas otras actividades, como «clubs de lectura, conferencias o presentaciones». Después llegarán más obras dentro de sus tres líneas: Viajeros, literatura e infantil y juvenil.

«Las grandes editoriales no expanden la cultura y está demostrado que las pequeñas son las mas próximas». Esta reflexión llevó al poeta y ahora editor Pau Vadell a poner en marcha Adia Edicions, una apuesta que se materializará en septiembre con Mort d'un aviador tartamut, de la joven Lucia Pietrelli, y Els treballs i els dies, de Àngel Igelmo, dentro de la colección Ossos de sol. Ediciones «austeras» y diseños «simples» marcan las pautas de Adia. Su filosofía es «cuidar los títulos y a los autores, que no sea tan sólo una mercadería, sino un placer, sembrar cultura».

Grafismo

Llucia Font, que viene del terreno de la Historia del Arte, y el artista urbano Grip Face, son los artífices de Rua Ediciones, la rama editorial del colectivo Sua Rua. Esta marca tiene una línea «diferente», algo «novedoso a nivel territorial»: novelas gráficas, libros ilustrados, fanzines colectivos. ¿Sus bases? «Experimentación con el formato, el concepto y el grafismo». Su primera aventura es Mandíbula, del creador Lluís Juncosa. Ahora trabajan en una novela gráfica de Alona Vinç, titulada La obra y prevista para final de año o 2014.

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