Musealizar las cuatro campanas medievales de la Seu, restaurarlas en Mallorca o utilizar procesos térmicos para solucionar los problemas de grietas y fisuras, que es lo que tiene previsto el Cabildo en el taller del campanero alemán Lachenmeyer, son las tres alternativas que plantea un informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura.
La restauración in situ «no solucionaría el problema de grietas y fisuras». La musealización significaría sustituir las medievales por otras nuevas «lo que no está incluido en el proyecto actualmente en ejecución», proyecto que paralizó anteayer Patrimoni Històric, y, finalmente, «utilizar procesos térmicos» para soldar las grietas y fisuras supone» la extracción de las campanas de la torre y transportarlas a un taller adecuado para luego reubicarlas».
Asesorar
Este informe, al que ha tenido acceso Ultima Hora, fue solicitado por el Departament de Patrimoni Històric del Consell ante las dudas que planteaba el proceso al que iban a ser sometidas las campanas en un horno a elevada temperatura con el fin de reparar grietas, fisuras, reponer el metal que se ha perdido por los golpes del badajo y recuperar el sonido original. El informe no es vinculante y se solicitó como asesoramiento.
Los expertos del IPCE visitaron la Catedral el pasado 7 de junio y conocieron de primera mano el estado de las campanas, datadas en diferentes épocas. Cuatro son medievales, de 1312, na Tèrcia es de 1991, y n'Eloi, la de mayor tamaño y la más emblemática, fue bendecida en enero de 1593 por el obispo Vich i Manrique.
Los expertos del Ministerio concluyen que estas campanas medievales «se encuentran muy erosionadas y presentan pérdidas de material en sus bordes y en las zonas en las que impacta el badajo». Respecto a las inscripciones que las decoran, se explica que son «bajorrelieves» que sufren un «proceso de mineralización por la corrosión, por lo que se recomienda una limpieza mecánica, estabilización y protección y su musealización». También se apunta que la técnica que propone Lachenmeyer «parece un tanto agresiva, en especial para el conjunto de campanas medievales, pero puede sopesarse su eficacia para el resto».
La restauración de las campanas en un horno a lata temperatura, y a juzgar por las conclusiones del informe, plantea pros y contras y llevarla a cabo significa «ser conscientes de los riesgos y evaluar los resultados ya que todas las campanas, tratadas o no, se agrietan más tarde o más temprano debido a las vibraciones que producen las ondas sonoras y las deformaciones mecánicas producidas por el badajo».