El mundo de la música perdió ayer a uno de sus clásicos, el bajista Miguel Pieras, que había tocado más de una treintena de años en uno de los grupos más emblemáticos de la Mallorca ye-yé, Los Beta. Miguel era recordado por sus compañeros de profesión con lágrimas y una enorme tristeza porque, además de su buen hacer como músico, se caracterizaba por ser una persona de una «simpatía» contagiosa que siempre animaba a los que le rodeaban. A la hora de escribir esta crónica, uno de sus amigos, Sandro Fantini, explicaba que «aún no sabemos cuándo será el funeral».
Pieras era muy querido en el sector, hasta se había implicado en la formación de una asociación que velara por los derechos de los intérpretes, y la noticia de su repentino fallecimiento se propagó con rapidez. Además de a Los Beta, el bajista había pertenecido a otras bandas, como Los 5 del Este, Honey, Walter Klein y Ossifar. Ahora, ya jubilado, había puesto en marcha, junto con otros veteranos de entonces, la banda Ar-trosis «pues decía que no había ni uno que no padeciera de algo», comentaba Fantini. Su última actuación con Los Beta «fue el pasado 26 de junio en Consell, donde hubo un homenaje a los músicos de los sesenta».
A Toni Obrador, de Los Pekenikes, se le quebraba la voz al hablar de Pieras: «Me acabo de enterar [de la muerte] y estoy que no sé qué decir». Obrador también recordaba su buen carácter: «Siempre estaba de broma, nunca perdía la sonrisa y siempre tenía un chiste a punto», y rememoraba que «antes que bajista había sido guitarrista y fue quien me enseñó a tocar el boogi boogi». «Con él formé mi primer grupo para tocar en las fiestas de Navidad en el Hotel Riera, en Can Pastillas».