Un tour de Alejandro Sanz conlleva detrás un montaje de un escenario visualmente imponente. La gira La música no se toca acercará hoy al cantante, a las 22.00, al Coliseo Balear. Frente a Sanz se esperan cerca de 8.000 seguidores. Al artista le cobijará un escenario de 16 metros de altura por 20 de fondo y seis vigas de compresión en cada lado. El esqueleto del escenario estará cubierto con una cámara negra. También cuenta con dos torres laterales de ocho metros, cuatro generadores que suponen 180.000 voltios de sonido y 380.000 vatios de iluminación. Además, habrá una pantalla trasera de 14 por cinco metros y dos pantallas laterales de seis por cuatro. Todas de leds.
Desde las 09.00 de la mañana de ayer, medio centenar de técnicos estuvieron confeccionando el escenario, el mismo que el músico habitó en el Palau Sant Jordi, pero aquí «volado desde las torres», explicó Jaime Forteza, jefe de producción de la empresa Ilutec. Durante la jornada colaboraron de forma conjunta hands (personal de tierra), palomeros y scaffolders . Estos últimos son los operarios que trabajan desde las alturas.
Los responsables del montaje instalaron una cámara para inmortalizar el making-off y, sobre todo, «que el público sepa lo que hay detrás de un concierto con estas características. De esta forma se justifica el trabajo previo», comentó Forteza.
El material en total, a falta de un trailer que llega hoy de Barcelona, son 16.400 kilos de hierro. Está previsto que desembarquen en Mallorca seis trailers con el material restante de iluminación, sonido y audiovisuales, tres autocares sleepers , así como 60 técnicos y 10 músicos que acompañan a Alejandro Sanz en su gira.
Apenas quedan entradas, tan sólo algunas VIP y en las gradas. La presencia de Alejandro Sanz en la Isla siempre es un gran reclamo, y una buena inversión.