Si bandas como New Order, Bloc Party, Kasabian o Happy Mondays constituían las principales bazas del festival Mallorca Rocks del año pasado, esta edición Beady Eye, Franz Ferdinand, Biffy Clyro, The Courteeners o Jake Bugg toman el relevo, siendo este último el encargado de dar el pistoletazo de salida. Será esta noche, a las 19.00, en el hotel del mismo nombre en Magaluf. Los británicos Findlay descorcharán el escenario.
El de Nottingham revisa las teorías fundamentales del folk, sazonándolas con una pizca de la rebeldía generacional que fluye por el ADN británico, una vis que entronca con el espíritu narcisista de Oasis, la extinta banda de los hermanos Gallagher, de la que se ha declarado ferviente admirador. Viertan en una coctelera la melodía contagiosa de The Beatles, el lirismo desbordado de Bob Dylan y el virtuosismo técnico de Jimy Hendrix, y el resultado se acercará peligrosamente a las composiciones del imberbe Bugg. Un artista que rápidamente se encontró jugando en la liga superventas, las suyas son canciones puramente escapistas dotadas del celofán suficiente para navegar sin problemas por la FM, en las que predominan las decepciones amorosas y la desazón, tirando siempre de metáforas sencillas pero con los suficiente alicientes para no reñirse con los criterios básicos de autenticidad indie.
Imaginación
El homónimo Jake Bugg (2012) es su debut en largo, un viaje de vértigo asentado en catorce canciones que escarban con imaginación en las arterias del existencialismo y la angustia para encontrar un sentido al hecho de vivir. Catorce lanzas ardientes que se clavan como chinchetas oxidadas en el alma. Nada sobra, nada falta. Catorce temas cuyo impacto no se diluye ni cojea en una segunda escucha.