La crisis les ha «llenado el teatro». Suena paradójico, pero se lo deben a un sentido del humor «universal» reflejado en un producto que nació hace más de una década casi por accidente, Dos hombres solos sin punto com... ni ná . El montaje descifra la convivencia entre Manolo Medina y Rodrigo Ponce de León, quienes encarnan a dos compañeros de piso sobre las tablas del Auditòrium hasta el domingo.
Estuvieron recientemente en el mismo escenario, el pasado mes de marzo, y ahora han aprovechado un hueco en su atropellada agenda para regresar. Sin padrino ni marketing que valga, el dúo se sigue «asombrando» de lo que ocurre con ellos.
«Esta obra se está convirtiendo en un fenómeno sociológico», comenta Manolo Medina, que interpreta al hombre más amanerado de los dos. «Es el marihetero , que parece muy loca y no lo es, tiene piel de toro español», dice. No quieren transmitir ningún mensaje, sólo «reírnos de nosotros mismos y que el público se ría del de al lado».
Dos hombres solos sin punto com... ni ná. Hoy y mañana, 21.30. Domingo, 19.30. En el Auditòrium de Palma.