Las obras de saneamiento y consolidación del edificio de Can Weyler arrancarán de manera «inmediata» y durante un período de tres meses después de que la Comissió de Patrimoni Històric diera el visto bueno ayer al proyecto, valorado en 55.000 euros.
El edificio, adquirido por el Consell, está bastante deteriorado y el pasado mes de diciembre tuvo que asumir unas obras de urgencia para tratar de frenar su degradación. Ahora, con este proyecto que desarrollará «la Brigada de Patrimoni con apoyos puntales», se mejorará su estado, aseguró el vicepresidente Joan Rotger, quien detalló que principalmente se solventarán «deficiencias en el tejado y una grieta de la fachada y paredes maestras». Según detalla el informe del Consell, las obras de consolidación contemplan, además, la sustitución de la red de la cornisa y el alero, o el desmontaje de la estructura de una pasarela del patio, «que está oxidada», apuntó Rotger. Entre otras acciones, el proyecto de conservación del edificio prevé la sustitución de canalones y bajantes, una revisión de la instalación eléctrica y asegurar la barandilla de la terraza, así como la reposición de tejas, y el acondicionamiento de la carpintería, el vidrio o una limpieza general.
Joan Rotger explicó que para desarrollar el proyecto de rehabilitación de Can Weyler, primero hay que «garantizar que el pago [que tiene que llegar del Govern por las inversiones estatutarias] sea seguro».
Conservación
Por otra parte, la Comissió informó favorablemente, aunque con prescripciones, sobre el proyecto de conservación en el Castell de Capdepera, y la instalación de una rampa de acceso en la iglesia de Santa Maria dels Àngels de Pollença. Del mismo municipio se autorizó la rehabilitación de la escalinata del Calvari «bajo criterios de intervención mínima», apuntó Rotger, quien confirmó que se ha aprobado la modificación del PGOU por las obras del Arxiu del Regne, la reforma del edificio de Plaça de Cort, la implantación de un banco de germoplasma de almendro y garrover en la finca de Son Real o el BIC de los yacimientos de Torres de Sant Martí. También se autorizaron catas en Sant Vicenç Ferrer de Manacor para descartar patologías en la estructura.