La compañía menorquina de danza contemporánea Vuelta y Vuelta, además de obtener diversas nominaciones a los Premis Escènica en los últimos años, ha actuado para el público de Mallorca, pero nunca en Palma, un hecho que cambiará el próximo viernes 18, a las 21.00, en el Auditòrium.
Su actuación estará dividida en dos piezas: Boleros, nostalgia y algún que otro café y Para raptar abrazos . La primera es «algo romántica, vista con una lente ámbar que le da un toque añejo», reveló la coreógrafa Doryan Suárez, quien añadió que «los pasos están inspirados en mi abuela cubana, a quien no conocí de joven, pero que me imagino que era así porque allí el bolero es una forma de vida». En el escenario habrá una cama, un banco y dos sillas con las que interactuarán los bailarines, seis, con vestidos largos, «vaporosos y antiguos».
Para raptar abrazos , pieza que se representará por primera vez fuera de Menorca, es más «agresiva, no por los movimientos, sino por el reto», adelantó Suárez. La coreógrafa aseguró que, al vivir en una isla, «parece que no pasa el tiempo, que nadie tiene prisa, y de ahí surge mi urgencia para hacer cosas, lo que inspira esta obra que es como un despertar para no quedarse sentado». Para este montaje, el vestuario será más «heavy», de negro y con tacones, y la escenografía contará con un cuadro del pintor Nim Florit. En el apartado musical, Piazzola «siempre está presente en nuestras obras», destacó Sánchez, aunque también cuentan con música de Gotan Project, Ludovico o Omara Portuondo, entre otros.
Vuelta y Vuelta. El próximo viernes 18, a las 21.00, en el Auditòrium de Palma.