Como los Medici en la Florencia renacentista, Miquel Oliver ejerce de mecenas. Un benefactor del siglo XXI preocupado «en salvaguardar la música y los conciertos en tiempos de crisis», asegura. Su labor no es filantrópica, más bien se ciñe a «la contratación de artistas por un caché justo para poder ofrecerlos al público a un precio muy asequible». Coincidirán conmigo que con la que está cayendo lo suyo tiene mérito.
Junto a su socio Toni Barceló, Oliver comparte una iniciativa común: la búsqueda de su propio espacio en tiempos de 'desaceleraración económica'. «Hoy en día, con la crisis, o te buscas la vida o te apalean en una empresa», sostiene. Con las ideas muy claras, se alían con la sala Es Gremi de Palma para crear una marca común, Petit Comité, «una promotora de conciertos con la que queremos marcar una línea muy definida y volver al directo fácil». Resolver la incógnita de esa ecuación no entraña mayor secreto que el de «incentivar a la gente para que vuelva a engancharse al directo, porque con todo el lío de la piratería, Internet y el aumento del I.V.A. muchos han perdido el aprecio por esta práctica», opina.
¿Les queda demasiado holgada la etiqueta de mecenas? «No hemos llegado con la intención de hacernos ricos a costa de vender entradas, únicamente deseamos crear una buena programación de bandas y que la gente se vaya contenta a casa tras el concierto».
Petit Comité empezó ayer fuerte con un concierto del cantautor Rosendo en la sala Es Gremi de Palma, y continuará con el regreso a los escenarios de La Granja y Sexy Sadie, el próximo sábado 28 de diciembre, a las 22.00 horas, en el mismo reciento. Las entradas se pueden adquirir en musicote.com, esgremi.com y los bares Beewi y Lima de Palma.