Una reunión de última hora congregó en el Espai Mallorca a unas 50 personas de la plataforma Crits i Renou, con la intención de seguir luchando a favor de la supervivencia de la entidad del centro de Barcelona. Entre las decisiones tomadas se decidió ocupar el local del centro de Barcelona a partir del día 5 de noviembre, de forma indefinida, secuestrar el fondo bibliográfico y crear una programación cultural alternativa.
Los miembros de Crits i Renou consideraron «inadmisible la decisión unilateral del Gremi d'Editors de cerrar el Espai Mallorca», y exigieron «el pronunciamiento sobre esta medida de las instituciones implicadas, como el Consell, Govern e Institut d'Estudis Baleàrics». En la asamblea ciudadana se aseguró que «no tiene sentido que la cultura de Balears no tenga salida en Catalunya», y se optó por «realizar una llamada abierta a la sociedad civil para no dejar morir el Espai impunemente».
El Gremi d'Editors de Balears, gestor del Espai Mallorca, envió un comunicado ayer en el que aseguraba que «el Espai Mallorca e Illa de Llibres cierran por falta de apoyo del Consell de Mallorca, el Govern Balear y el Institut d'Estudis Baleàrics para el año 2013».
En la carta se asegura que «el Gremi no ha obtenido nunca beneficios económicos de la gestión del Espai Mallorca», y recuerda que desde hace más de tres años el Gremi sufre retrasos en el pago por parte del Consell de Mallorca en las subvenciones destinadas al Espai Mallorca y a Illa de Llibres que se han intensificado en los últimos meses». Los responsables del Gremi, que ya han avisado por burofax del cierre a partir del 4 de noviembre a las trabajadoras de la entidad barcelonesa, culpan a las instituciones de la situación que, según ellos, obligará a cerrar la entidad: «La falta de compromiso por parte de nuestros políticos que tienen la obligación de cumplir con sus competencias de promocionar nuestra cultura, nos obliga a cerrar estos dos espacios».
Demanda
El próximo 30 de octubre, las trabajadoras del Espai Mallorca y los responsables del Gremi están citados en los juzgados de Barcelona. Por incumplimiento de contrato, las asalariadas, que en la actualidad tienen cinco nóminas pendientes de cobro, interpusieron una demanda. El juicio fue aplazado dos veces en el último año.