Las cenizas del compositor Román Alís (Palma, 1931 - Madrid, 2006) fueron esparcidas en el jardín de la celda número 3 de la Cartoixa. El músico, que había vivido ocho años en la Isla durante su niñez, quiso descansar en esta tierra para siempre. A este emotivo recuerdo se une un trabajo que el pianista Albert Díaz, profesor del Conservatori Superior, acaba de presentar en la Universitat de les Illes sobre las obras para piano que compuso Alís «en su última época, entre 2000 y 2006». Se trata «de la memoria de investigación previa a la tesis», comenta.
Albert Díaz, un pianista muy reconocido que generalmente forma dúo con Xavier Mut, asegura que, hasta 1999, «no conocía la música de Alís», un autor que ha compuesto alrededor de 500 piezas, entre ellas sinfonías. Fue «en 1999, cuando el Institut d'Estudis Baleàrics me encargó la grabación de un disco con su obra». A partir de ahí nació «una amistad» y una «colaboración» que ha cristalizado en la publicación de estas cinco obras con los manuscritos de Alís y las partituras con todas las anotaciones, aportaciones y cambios que fue haciendo Albert Díaz mientras las trabajaba al piano, y siempre «en continuo contacto con el autor». Así, «impregnado» por la música de Alís, -que ha tocado tanto en Mallorca, como en la Península y en el extranjero-, su objetivo es poner al «alcance» de los músicos la obra de un autor contemporáneo «que era muy bueno, pero al que le faltó márketing».
A la hora de presentar este trabajo de investigación, «conseguí que el jurado fuera de la Universitat al Conservatorio y creo que era la primera vez que ocurría», dice Díaz, quien tuvo que tocar para sus examinadores, -los profesores Sebastià Serra, Miquel Duran y Francisca Lladó- parte las cinco obras de Alís, que también grabó para este trabajo de doctorado. «Son cinco obras con un mismo lenguaje, per en cuanto a forma y carácter son muy variadas». Una de ellas, la tercera, «me la dedicó». Se titula Ciutat antiga y está inspirada en Palma; de hecho, la primera se subtitula De bon matí en la Seu, y la segunda, Mitgdia als jardins de s'Almudaina.
«Alís fue capaz de desarrollar un estilo propio, dentro del sistema tonal, pero de manera libre y sin ataduras a las reglas armónicas de los siglos XIX y XX», dice Díaz. «Su obra es extremadamente pianística, él era pianista, y sentía admiración por el lirismo nostálgico de Chopin, el virtuosismo de Liszt o el impresionismo francés, que también son mis compositores; todo ello es un lenguaje que da esencia a su obra».
En Mallorca, se han interpretado las piezas del fallecido compositor en la temporada de la Orquestra Simfónica y, en 2006, en el Festival Chopin. A este último concierto, que ofrecieron Díaz y Mut, «acudió y falleció a los tres meses».