«Es un hombre y un pintor de una gratitud sin reservas, una gran virtud». El escritor Guillem Frontera inició con estas palabras el homenaje que la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià rindió ayer al pintor Alceu Ribeiro (1919), artista uruguayo residente en la Isla desde hace 40 años, que recibió el reconocimiento «muy emocionado». El acto tuvo lugar en la sede de la institución, ubicada en la calle Can Campaner de Ciutat.
«No creo que merezca este homenaje, yo aún digo que soy un aspirante a pintor, es mi filosofía y siempre la mentendré», dijo Ribeiro, discípulo del maestro uruguayo Joaquín Torres-García y que ha basado su obra en el constructivismo geométrico. «El conocimiento de las cosas que te rodean y su carácter pictórico es lo que hace de un pintor ser un gran pintor, y eso lo aprendí de Torres-García», prosiguió el pintor.
El acto estuvo presidido por la presidenta de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià, Neus García-Iñesta, quien matizó que «la votación a favor de este homenaje se ha aprobado por unanimidad», y contó con una proyección con fotografías de Ribeiro, una tertulia entre los académicos Rafa Forteza y Ramon Canet, además de una conferencia de Guillem Frontera. «La pintura es fácil, lo difícil es dar con ella», concluyó Ribeiro.