La familia Quetglas, propietaria de la Celda 4 en la que residieron Chopin y George Sand durante su estancia en Valldemossa, ha comunicado su salida de la Sociedad Civil Real Cartuja de Valldemossa. Dicha entidad agrupa, desde 2003, a las diferentes propiedades y comercializa una entrada única a este monumento Bien de Interés Cultural, uno de los más visitados de la Isla junto a la Catedral y el Castell de Bellver. Así lo confirmó ayer Gabriel Quetglas, quien detalló que su salida será oficial desde el 1 de marzo y que obedece a «la voluntad de querer establecer nuestra propia dinámica. Teníamos que consultarlo todo con el resto y éramos una parte minoritaria en la toma de decisiones».
El visitante tendrá, a partir de entonces, que abonar dos tickets diferentes para visitar lo que hasta ahora podía con uno de 8,50 euros. Para acceder a la Celda Chopin se habilitará un nuevo acceso desde la plaça de la Cartoixa y el precio será de 3 euros, «más reducido para menores, y se negociarán otro tipo de descuentos con agencias», detalló Quetglas, quien quiere introducir a este espacio en una nueva dinámica con más actividades, también literarias, vinculadas a la figura de George Sand y Chopin.
La decisión llega después del contencioso que dicha propiedad mantuvo con los dueños de la Celda 2, la familia Capllonch, por la autenticidad del espacio en el que residió el músico y por el que un juez dio la razón a los Quetglas. «No nos sentíamos cómodos y teníamos que ser también consecuentes. Tras el juicio, nunca han mostrado una actitud positiva hacia nosotros», sostiene Gabriel Quetglas. «Nunca se ha reconocido que el reclamo más importante de la Cartoixa era la celda de Chopin». De ahí también parte esta escisión dentro de la sociedad, que ahora tendrá a una de las celdas como competencia directa y que ha tratado de evitar la salida de la Celda 4 «incrementándonos tres puntos nuestro porcentaje de beneficios».