Un estudio pericial caligráfico desarrollado desde abril de 2009 por el experto José Pedro Venzal avala la autenticación de una pintura de William Turner, que llegó a su laboratorio de Palma a través de la recomendación de los abogados del propietario del cuadro, cuyo nombre no puede revelar. La tesis de Venzal se apoya en «el análisis de la firma, de un manuscrito en el reverso del lienzo y de dos iniciales disimuladas».
El informe de Venzal, de cien páginas, es «una demostración técnico científica». Para llegar a ella, el experto también ha realizado «múltiples consultas» sobre la obra pictórica y la vida del artista, y ha «cotejado cerca de 345 manuscritos».
Venzal, licenciado en Geografía e Historia y diplomado en Pericia Caligráfica y Grafológica, detalla que ha utilizado técnicas «avanzadas», como «la luminiscencia cromática», que permite «mostrar las reacciones físico químicas de los pigmentos a través de una radiación visible, y también otros análisis», como «el colorimétrico de los pigmentos, que permite descartar que alguien haya firmado el lienzo en un momento distinto al de su creación. No hay uso de otros pigmentos, coinciden, y la firma se puso antes de la última capa de barniz de la obra», que no está catalogada.
Además de la firma y las iniciales que el artista presuntamente plasmó en este cuadro, el investigador halló en el reverso un pequeño texto con un número, el 9. «Esto nos lleva a pensar que podría formar parte de una serie».
El lienzo, de 47,5 x 41 centímetros, podría pertenecer «a la época final de Turner», según este calígrafo, que también intervino, cuenta, en las identificaciones de una obra de Picasso y otra de Toulouse Lautrec.
Esta pintura podría tener, calcula Venzal, un valor de alrededor de un millón y medio de euros. Para ello se basa en cuadros de Turner, de parecidas medidas, vendidos en subasta. Las conclusiones de Venzal no han sido aún contrastadas por ningún experto en arte, pero él sostiene que «no son opiniones subjetivas y deberían ser comprobadas con las mismas u otras metodologías si pretendemos ser honestos y rigurosos en la autenticación de obras de arte». Así, considera que el estudio de «la composición, la paleta y la técnica», «en evolución en la trayectoria de un artista», «es necesario, pero son conceptos cargados de subjetividad».
Será el propietario del lienzo quien decida qué pasos dará a partir de ahora, pero «mi compromiso es llevar mi demostración incluso hasta los tribunales de justicia».