La película Cloud Atlas empieza a rodarse mañana. Así lo confirmó ayer su productora en su primer comunicado oficial, aunque ayer ya calentaba motores. El oscarizado Tom Hanks abandonaba su hotel de buena mañana y entraba el centro de operaciones que se ha levantado en uno de los muelles del Port de Sóller.
Alrededor de las 11.15 horas llegó un helicóptero, se posó en la Base Naval, recogió a un cámara y emprendió vuelo otra vez, seguramente, para desplazarse hasta sa Calobra. Cinco minutos después, el barco Earl of Prembroke se hizo a la mar con gente, mucha gente a bordo.
En un primer vistazo descubrimos al hermano varón de los Wachowski, los directores del filme, aguantando el sofocante calor y los rayos del sol con una visera. No muy lejos de él, Tom Hanks, ataviado también con visera al más puro estilo Forrest Gump , contemplaba el panorama que se divisaba desde cubierta, sobre la que había mucho movimiento. De Halle Berry, ni rastro. Si estaba a bordo debía ser lejos de cubierta. Además, en los cenáculos del Port, corre el rumor de que el padre de su hija, su expareja, está a punto de aterrizar en Palma.
Ayer no se rodó, pero el viaje era de trabajo.
Nadie filmaba, nadie tomaba fotografías con la digital. Unos atendían al director, otros miraban hacia los mástiles, como observando algo en ellos. Desde nuestra atalaya, observábamos el plató. Todo en orden. Muy cerca se encuentran los camerinos, donde los actores descansarán entre toma y toma; en el otro extremo está la zona del catering, bajo algo parecido a unas jaimas blancas. Alrededor de todo este descomunal, aunque ordenadísimo, tinglado, una valla forrada impide ver lo que ocurre dentro.
A los 45 minutos de haber salido, el Earl of Pembroke regresaba de nuevo al Port. Mañana, por fin, los creadores de Matrix empezarán a rodar. De momento, era sólo un aperitivo.