El anuncio del Consell de Mallorca de recortar las subvenciones previstas para el sector cultural para hacer frente al pago del embargo de 1,7 millones de euros del Teatre Principal -que deberá abonar a la UTE Dragados-Mascaró-, fue ayer calificado por el sector local como «preocupante y esperado». También destacaron que, sobre todo, esta nuevo movimiento del Consell «afectará a los proyectos» que hasta ahora estaban previstos y que algunos de ellos «ya hemos pagado a la espera de cobrar las ayudas». Algunas de las entidades afectadas han opinado al respecto a este periódico.
Joan Font, ex conseller insular de la coalición PSM-IniciativaVerds-Entesa (PSM-IV-EM), calificó ayer este hecho como «el golpe de Estado más fuerte contra la cultura de Mallorca y los mallorquines». Front propondrá hoy en el pleno del Consell «que se recurra a los 450.000 euros mensuales adicionales que el Estado destina al Consell este año» para hacer frente a la deuda. Además, acusó al equipo de gobierno de Maria Salom de actuar «con nocturnidad y alevosía», puesto que, al menos hasta ayer, todavía no había notificado a las entidades afectadas -un total de 27-, que no podrán disponer de las subvenciones.
«En nuestro caso, nos afecta», afirma Pere Cortada, presidente de la Associació de Teatres i Auditoris Públics de les Illes Balears. «El problema es que a otras entidades teatrales no les han recortado nada, y eso sí que es un agravio comparativo muy importante», añade.
«Me parece lógico que la prioridad para el Consell es el asunto del embargo del Principal, aunque deberían plantear otra solución para que no nos afecte a gran escala», sostiene Francesc Moll, presidente del Gremi de Llibreters.
Por su parte, Antonio Planas, presidente de la Arqueològica Lul·liana, confiesa: «No nos preocupa mucho este asunto porque ya sabiamos que no cobrariamos, como ya no cobramos la del año pasado, aún habiendo presentado los justificantes».