Concha Alòs «era una persona humanamente extraordinaria», por ello su fallecimiento ha consternado a quienes pudieron conocerla en Mallorca en la década de los cincuenta, cuando cambió su residencia de Barcelona por Palma. Artistas y escritores recordaban ayer a la autora de Los enanos (1962) por su carácter «exquisito» y su escritura «social».
«Era una mujer extraordinaria, muy generosa y amiga de sus amigos», decía ayer el fotógrafo Toni Catany, íntimo amigo de la ganadora del Premio Planeta de 1964 con Las hogueras , una novela «impresionante». De su trayectoria, Catany destaca un libro de cuentos cuyo título es Rey de gatos . «Era una gran escritora de cuentos». El fotógrafo conoció a Alòs cuando ésta regresó a Barcelona tras su estancia en la Isla y, a pesar de que eran grandes amigos, «hacía mucho tiempo que no la veía. Llevaba 25 años en una residencia y, a causa de su enfermedad, no recordaba a nadie». Catany fue uno de los mallorquines que pudo asistir al funeral de la escritora, a quien la pintora Cati Juan recordaba ayer como una persona «muy agradable y fantasiosa». «Fue profesora de mis hermanos y cuando vivía mi marido teníamos una relación con ella de amistad. Luego se fue a Barcelona y con el tiempo perdimos la comunicación», recordaba apenada.
El escritor Antoni Serra siguió el trabajo de Alòs desde sus primeras novelas. « Los enanos fue una de sus primeras novelas y de las mejores. Me gustó especialmente El caballo rojo , de mediados de los sesenta», una obra ambientada en la Guerra Civil y que «me reveló a una gran escritora».
Concha Alòs estuvo muy relacionada con los autores de la época. Tuvo relación, entre otros, con Blai Bonet, Bartomeu Fiol o Llorenç Moyà. Explica Serra que «la obra de Concha se puede encuadrar en la narrativa social, descriptiva y lineal, pero también crítica. Fue una de las voces del realismo social junto a otros escritores como Juan Goytisolo».