En Can Lis, la casa que el arquitecto danés Jorn Utzon (1918 - 2008) se construyó sobre un acantilado de Portopreto en los años setenta, este maestro de la arquitectura supo conjugar con sabiduría la esencia mediterránea con la contemporaneidad. El anuncio de su venta, publicado ayer por Ultima Hora, hizo saltar las alarmas sobre su falta de protección patrimonial y la posibilidad de poner en marcha un proceso para subsanar este lapso, bien a instancias de sus nuevos propietarios, la Foundation Utzon danesa; de una entidad civil o del propio Consell Insular, que puede hacerlo de oficio.
Concebida como vivienda unifamiliar a base de estructuras separadas por patios, fue la primera de las dos casas que Utzon levantó en la isla para su familia, donde se refugió cuando dejó las obras de la Ópera de Sidney por diferencias con las autoridades de dicha ciudad. Para su construcción utilizó marés de la zona y adoptó soluciones que entroncaban con las de la arquitectura tradicional isleña.
Hasta hace poco, la casa pertenecía a uno de los hijos de Utzon, Kim, quien la vendió a la citada fundación. Esta entidad, a la que pertenece el Centro Cultural Utzon de la ciudad de Aalborg, tiene la intención de convertirla en un centro al que acudan arquitectos y estudiantes de arquitectura para profundizar en la obra del autor del que fuera Premio Priktzer de Arquitectura 2003.
Según pudo saber ayer este diario, eso conllevaría algunas «reformas» en la casa, que al parecer también necesita una rehabilitación. Son estas reformas las que preocupan a los conservacionistas isleños, conscientes del valor cultural de Can Lis y de su desprotección, ya que Santanyí carece de catálogo municipal.
Una fuente que no quiso identificarse, comentó a este diario que los nuevos propietarios «tramitaban un permiso de reforma y ampliación» y que éste lo solicitaron en la Delegación de Costas, donde, al parecer, la ampliación se «la negaron por estar en zona [de dominio] marítimo terrestre». Según el arquitecto Federico Climent, buen conocedor de la obra de Utzon, la parcela de Can Lis «es pequeña», lo que no permitiría grandes alardes constructivos, «aunque sí, tal vez, un pequeño pabellón».
Desde ARCA, su secretario, Joan Pascual, recordó que Can Lis es el perfecto ejemplo de «combinación entre arquitectura tradicional y modernidad sin tener que recurrir a modelos foráneos», un «debate apasionante» que mantienen vivo ARCA «y arquitectos cercanos» a la entidad. También recordó que la protección de Can Lis es una «vieja aspiración» y que tras la compra «instaremos» a que sea declarada Bien Catalogado (BC).